Archive of Our Own ^beta

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El exterminio adelantado de Adam hace 2 años termino en un gran fiasco, sobraba decir que 

después del último exterminio las cosas habían ido a peor para Adam…

— Muy bien, vamos a acelerar está mierda, hace dos años, mis chicas y yo bajamos a este pozo de mierda, también conocido como infierno, para masacrar a los pecadores inmundos, iniciando en el hotel de la princesita, y si viste la serie sabrás lo que pasó.

Pues en esta historia no pasó tal cual, mi vida, después de que pulverice a un tipo, ni idea de su nombre, solo se que era una serpiente y que iba en un búnker volador de guerra, y que su ataque me hubiera dolido. Las cosas se fueron al carajo.

Emily bajó desde los cielos después de que apareció Lucifer y me diera una paliza, de hecho debería agradecer a Emily que detuvo a esa mini cucaracha que iba a apuñalarme por la espalda, movimiento cobarde por ciento. 

Cuando Emily interfirió tuve que obedecer, es decir, es como mi segunda jefa, así que tuvimos que volver, 35% de mis hijas masacradas y yo humillado por el ser más odiado de toda la creación…

Como sea, una vez en el cielo, nos llamaron a todos los exorcistas, al parecer uno de los pecadores había logrado entrar al cielo, apareció justo frente a Sera y Emily, y nosotros debíamos responder por el caso, ese tipo que al parecer se llamaba Sir Pentius, me gusta el juego de palabras, había hecho un sacrificio y con eso se ganó el respeto de todos, ja, yo hice mucho más que ese tipo en 932 años, más los 9’000 de servicio en el cielo, eso debería bastar.

Cómo sea, hacen este juicio, el orbe muestra lo que pasó exactamente, todos ven que el tipo al parecer es “buena persona”, Sera se ve en conflicto, comienza a cantar sobre arrepentimiento y su culpa por ser parte de los exterminios, yo no estoy de acuerdo, pero es mi jefa y tengo que obedecer, Lute en cambio se muestra reacia, incluso la confronta, miren el tamaño de esos huevos, pero desde que tengo memoria hay que temer a los ángeles superiores, excepto Lucifer, que se joda ese cabron.

Todos voltean a verme y comienzan a juzgarme de manera casi despectiva, irónicamente el pecador no me juzga, me ve con miedo, supongo que tiene sentido, es decir, no tenía mucho que lo había pulverizado, pero su mirada me provocó mucha rabia en el momento, que hice lo impensable, confronte a Sera, tal vez debí quedarme callado, pero han sido 10’000 años en los que he servido, años donde me convenció ella, varios ángeles, y yo mismo, de que los pecadores no tenían salvación.

Todo salió mal, me llamaron de todas las formas despectivas posibles, me juzgaron como alguien no digno, a pesar de que seguí sus órdenes casi ciegamente, y de un momento a otro pasó de ser el juicio de la serpiente a ser un juicio contra mi.

El orbe mostró todos y cada uno de mis “errores”, primero en vida, no necesitaba recordar eso, gracias, 932 años en la tierra, creo que recordé porque había estado en el cielo en primer lugar, luego procedieron a mostrar lo que pasó en el Cielo, y creo que descubrí porqué pasó lo que pasó después.

La corte habló, decidieron que no era digno del cielo, al parecer era más digno ese tal Pentius, a mí me rechazaron y tiraron como si fuera nada, prácticamente me convertí en un Mártir, les rogué, nunca hago eso, pero lo hice, le rogué a Sera, a Emily, a quien sea, incluso a mi padre. Pero los ángeles callaron, Sera lo decretó, Emily solo apartó la vista, y ninguna pista de mi padre.

Viéndolo con cierta retrospectiva, supongo que me lo merezco, hubiera estado genial si solo fuera así, pero Lute no lo pudo soportar, ella es la única que abogó por mi, lo menos que pude hacer por ella antes de ser expulsado del cielo fue darle la más sincera de mis sonrisas.

Meses después me di cuenta de que la mataron, ella enloqueció, armó una armada completa contra los serafines, atacó con coraje y murió como guerrera, mientras que yo solo me resigne a mi destino, como el ser patético que soy…

Ahora estoy aquí, dos años desde ese fatídico día, el proyecto de la princesita está aprobado por el cielo, pero desde que ese pecador Pentius subió nadie más lo ha hecho, el infierno se sigue sobrepoblando día a día, los exorcistas ahora bajan cada 5 años, según escuché, Abel los dirige y el Hotel está exento de exterminios, pero a nadie le importa realmente.

Lo último que supe es que la princesa está reclutando, sin éxito, a los pecadores, algunos parece que son genuinos pero la Princesa aún no sabe qué los llevará al cielo, confirmando que Pentius fue solo un accidente o casualidad, nadie respeta a la princesa, nadie parece querer redimirse, se los dije desde hace siglos, no ha pasado nada, nada cambia, la historia simplemente se repite —

— ¿Va a querer otra malteada señor? — preguntó un camarero Imp frente a la mesa del bar donde Adam se encontraba.

Adam vio derrotado su vaso medio vacío, recordar esa fecha siempre lo pondría sensible.

— Llénalo hasta el tope, jarabe de chocolate, por favor — dijo extendiendo el vaso al camarero — ¿Chico? Si pudieras regresar en el tiempo ¿Qué cambiarías? — preguntó el ángel caído un poco decaído.

El camarero tardó un poco en contestar mientras hacía la malteada.

— No lo sé, no es como que tuviera muchas opciones, creo que hubiera decidido meter solicitud en OZZIE’S, dicen que pagan bien — dijo finalmente.

— Haces buenas bebidas ¿Que harías en OZZIE´S? ¿Qué es para empezar? — pregunto confundido.

— Es un club en Lujuria, supongo que ahí ganaría mejor, quería probar suerte, y sé que podría irme mejor — dijo el diablillo entregando la malteada a Adam — En el cielo supongo que no tienen esa clase de problemas ¿Verdad? 

— Oh bueno , técnicamente no los hay, no necesitas trabajar, es el paraíso, no hay días malos, si fuiste un alma que pasó casi toda su vida trabajando, el descanso es la mejor recompensa, pero también está el sentimiento de ser útil, por eso hay trabajos, para sentir que estás haciendo algo, con el tiempo el paraíso se vuelve aburrido — dijo el ángel mientras bebía su malteada.

— Supongo que allá no existe la discriminación entre especies, ¿O si? — preguntó el Imp ahora más interesado.

— Se respeta a los altos rangos, pero no te juzgan por clase social o rango, si en vida fuiste pobre o rico, no importa, en el cielo todos son iguales, en lo que respecta a ganadores… los de bajos rangos no batallan en conseguir empleo porque no lo requieren, para ellos solo es un sentimiento altruista, trabajan porque quieren, no por necesidad, aunque por experiencia es fácil que te expulsen — dijo Adam sin vacilación.

— Entonces si es un verdadero paraíso pero también una basura llena de expectativas — sonrió el Imp.

— Supongo que si, ¿Cómo dices que te llamas? — preguntó el ángel casualmente.

— Roger, señor — contestó — ¿Va a querer algo más? — preguntó mientras limpiaba la barra.

Adam observó su vaso medio lleno, de sus dedos brillantina dorada parecía desprenderse como lluvia de oro.

— Creo que por ahora no, pero podrías quedarte un rato más… Me aburro aquí solo — contestó Adam mientras soltaba una sonrisa que no le llegaba a sus ojos, o bueno, no es que su máscara mostrara algo más.

El Imp solo sonrió y se quedó platicando junto al ángel durante un gran rato, pero esa interacción fue suficiente y sin estar ambos conscientes Adam al menos dos veces a la semana visitaba el mismo bar del Imp y platicaban.

Adam ya no tenía nada que perder.

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Ser el rey del infierno era algo efímero y muy aburrido, Lucifer no podía decir en qué momento la monotonía había tomado posesión de su vida, nunca se considero un líder ni mucho menos, de eso se encargaba Lilith, al menos cuando estaba ahí con ellos, pero desde su desaparición en extrañas circunstancias, Lucifer se distanció de su hija, y del mundo en general, rara vez salía de su castillo solitario, y los patitos se volvieron una obsesión dañina que simplemente lo mantuvo distraído por un momento hasta que volviera a recordar que estaba completamente solo.

O al menos así fue hasta hace 4 años. Después de que su hija Charlie, la princesa del infierno y su más grande tesoro, inició su proyecto, del que no tenía muchas esperanzas, pero que le regalo la reconciliación con el único ser que le quedaba genuinamente y le dio la esperanza y sorpresa de que la redención era posible.

Ver que muchas cosas pudieron haberse evitado, no le dio la satisfacción que esperaba, pero al menos le hizo sentir mejor respecto a haberlo intentado al menos una vez. Por una vez su orgullo se trasladó a otra persona de manera positiva, se sintió reivindicado, él no era el que traería paz al mundo ni la redención, no era su destino, pero sí de su hija, ella sería la que limpiaría los pasos manchados de pecados de sus padres, ella era el verdadero orgullo, ella era la verdadera esperanza.

Desde entonces se prometió que ayudaría y apoyaría cada cosa que su hija hiciera, por más loco que pareciera, por más inocente que sonara la visión de su hija y por más que su orgullo le gritara que no, él estaría para su princesita, compensaría lo mucho que le hizo falta.

Con eso en mente, se concentró en gobernar ahora un poco más presente el infierno, o al menos el anillo del Orgullo, y a petición de Charlie, conocer más a fondo a quienes se supone que quieren salvar, eso lo trajo a esta situación en general.

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Paseando por el infierno en una de sus salidas semanales, de nuevo, a petición de Charlie para evitar que se encerrara en el castillo o en su resort del hotel, Lucifer noto algo que nunca pensó volver a ver en mucho tiempo, o mejor dicho a alguien. 

Sentado en un bar solitario, charlando con un Imp bartender, se divisó una figura enorme e imponente con dos alas doradas, una máscara de luces led con cuernos enormes y una túnica blanca, tomando una malteada de fresa.

— De todos los lugares existentes, jamás pensé en encontrarte aquí…

— Jodete — replicó el Ángel caído frente a la barra sin voltearlo a ver.

— ¿Puedo saber qué haces aquí? 

Adam siguió sin ver a Lucifer, y se centró en su malteada, comenzó a resolverla de manera curiosa con una pajita y respondió.

— Tomando malteada, ¿No es lógico? Oh cierto, tu no entiendes de lógica.

Lucifer sabía que Adam solo quería fastidiarlo, y no quería darle el gusto de darle lo que quería, así que contra todo el impulso de brindarle una paliza en ese momento, respiró y sonrió de manera arrogante mientras se sentaba a un lado del ángel caído, para fastidio del mismo.

— Sírveme algo también, tu eh… Chico.

— Su nombre es Roger… 

— ¿Qué bebida le sirvo, su majestad? — preguntó el Imp, con respeto pero temor en igual medida.

— Oh… Nunca pensé más a futuro… ¿Qué piden los jóvenes hoy en día?

Adam dio un suspiro lleno de fastidio mientras le daba un último sorbo a su malteada y respondía

— Dale cualquier bebida que contenga Manzana, un Apple Manhattan, un Apple Pie Shot, un Appletini, Sour de manzana o lo que sea… y que tenga temática de patos… Eres bueno con esos Roger, y de paso rellena nuevamente el mio…

El Imp observó por un momento a Adam con una mirada un poco confusa y de regreso a Lucifer quien con un encogimiento de hombros y una sonrisa incómoda asintió con la cabeza, haciendo que el Imp se moviera e hiciera su orden.

— ¿Cómo es que haces para que no te tengan miedo a pesar de ser prácticamente un ex exterminador? — preguntó genuinamente Lucifer.

Adam siendo Adam, ignoró a Lucifer, siendo igual de mezquino que siempre, o al menos desde que Lucifer tiene memoria.

— Oye, te estoy hablando, no seas así… Me estoy tomando la molestia, como dice Charlie, de entenderte… — un poco molesto Lucifer inflo los cachetes indignado y se volvió a otro lado — Bien, veo que no quieres hablar.

El silencio incómodo se intensificó mientras esperaban sus bebidas, pasaron solo 2 minutos que Lucifer sintió como horas, sentados en una barra que no tenía a nadie alrededor.

— Vaya, parece un poco solitario aquí ¿Verdad? — dijo nuevamente Lucifer con una sonrisa forzada, tratando de sacar conversación.

— Dos ángeles caídos de los cuales uno es rey del infierno y otro fue un exterminador están tomando una copa, no lo sé… sentido de autopreservación le llaman — dijo con fastidio Adam.

Lucifer comenzó a comprender y simplemente dejó salir un “Oh” a la par que comenzaba a hablar.

— Entonces ¿No me seguirás ignorando? ¿Crees que podamos tener una conversación decente? 

— Contigo dudo que se pueda tener algo decente… 

De nuevo se hizo el silencio hasta que Roger les entregó las bebidas, para Lucifer un Apple Manhattan y para Adam una malteada normal.

Ambos comenzaron a tomar de sus bebidas, Lucifer con cierta cautela, no es que no tomara alcohol, es decir, en el hotel tenían un bar y Husk hacia buenas bebidas, no sabe cuántas veces fue al bar a desahogarse con el mismo pecador felino, pero esto era diferente, una cosa es tomar para desahogarse y otra tomar simplemente para fastidiar a tu “Enemigo”.

— Entonces ¿Cuánto tiempo llevas aquí abajo? 

— Oh bueno veras, llevo aquí unos “No es tu incumbencia” y vivo en la colonia “ocúpate de tus propios asuntos” — dijo el ángel con una sonrisa cruel y sarcástica — Se me agotó el apetito, nos vemos después Roger…

Adam simplemente salió mientras el Imp Roger lo despedía con la mano.

— Nos vemos luego Dick Master — dijo con una sonrisa mientras volvía su atención a Lucifer — ¿Se le antoja algo más majestad?

— No, creo que esta bebida es suficiente, parece una especialidad… — dijo  Lucifer tratando de hacer desaparecer su incomodidad de quedarse solo con un Imp que ni siquiera conocía — Entonces… Am… ¿Cuántas veces viene a tu bar? Parece que lo conoces bien…

— Viene aquí al menos dos veces por semana, pero es muy espontáneo así que no sabría decir que días vendrá o no… así que procuro estar siempre preparado…

— Veo que son amigos, o algo parecido…

— No diría que amigos. Solo conocidos, y después de que me contó casi toda su historia, me es difícil no sentir aunque sea un poco de aprecio por el tipo…

Lucifer se quedó un rato sorbiendo su bebida en silencio, pensando en sus opciones, lo que haría con lo que sabía.

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— Charlie, No sabrás lo que acabo de encontrar — dijo Lucifer entrando al hotel y dirigiendo toda la atención hacia él.

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— ¿Qué encontraste a quien? — se escuchó el grito de sorpresa de la Princesa del Infierno que resonó por todo el Hotel.

— Como lo escuchaste Char-Char, está aquí en el infierno… Lo vi tomando malteadas de fresa en un local de un Imp — dijo Lucifer con una actitud indiferente.

— Bueno, sabía que no sería la última vez que supiéramos de él, pero no pensé que lo encontraríamos tan, ya sabes, así… Pensé que estaría enojado en el cielo.

— Si, creo que nunca les mencione que lo expulsaron hace 4 años… — dijo Lucifer con una sonrisa incómoda y evitando ver a Charlie a los ojos.

— ¿Él qué?

— ¿Qué vamos a hacer con él? — pregunto Vaggie de manera seria, casi lista para que le dieran la orden de cazarlo.

Charlie guardó silencio por un momento, pensativa de lo que haría, una parte quería simplemente evitar los problemas, pero Adam era un problema ¿No? ¿Y si fuera al hotel para atacar? pero si hubiera querido lo habría hecho hace tiempo, aunque tal vez esté planeando un ataque sorpresa, o quizás se arrepiente de sus acciones, Charlie quería ir por el lado positivo.

— Siento que no deberíamos hacer nada por el momento, es decir, no le ha hecho nada a nadie.

— Es cuestión de tiempo, Adam no es un tipo de fiar, probablemente ya esté planeando algo para destruir el hotel, o a los habitantes del infierno, no debemos esperar a que eso pase… — comentó Vaggie a la defensiva.

Charlie puso una mano en el hombro de su novia, una pequeña señal de confort pero también para ponerle un alto, es decir, aun no pasaba nada, no hacía falta ser tan paranoico pero también, más vale prepararse, en caso de que de verdad Adam planeará hacer un movimiento estupido.

— ¿Dónde dices que fue la última vez que lo viste papá?

— Fue en este bar cerca de la embajada, era un Bar Imp, creo que el único cerca de la embajada… El dueño dijo que Adam suele visitarlo al menos una vez a la semana, pero nunca en un día específico…

— ¿Qué planeas hacer amor? — pregunto Vaggie dirigiendo plenamente su atención a Charlie, junto con Lucifer.

— Creo que quiero hablar con él… — contestó con decisión la princesa del infierno después de pensarlo un rato.

— Nop, no… Mira, Char-Char se que dije que apoyaría todo lo que quisieras, pero esto es muy peligroso… Adam es demasiado inestable y yo no soportaría que te pasara algo.

— Tu padre tiene razón… deja que nos encargemos nosotros, no es necesario que te arriesgues — agregó Vaggie al argumento de Lucifer mientras sacaba su lanza, antes de que Charlie los detuviera a ambos.

— No… Es algo que tengo que hacer yo, se que Adam es dificil, pero tambien se que fue mi culpa que lo expulsaran.

— Y esa es la razón principal por la que no quiero que te arriesgues, pero en caso de que te escuche ¿Qué más piensas hacer Char-Char? ¿Acaso vas a esperar todos los días hasta que sea el día indicado en que visite el bar? — dijo como una burla Lucifer, solo para ver la cara determinada de su hija y gemir con un “Oh no” apenas susurrado.

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— Tiene que ser una puta broma — dijo Adam en una de sus visitas al bar, después de encontrar en el interior a la mismísima princesa del infierno.

Charlie tenía la determinación de su madre, una prueba suficiente de que era su hija, tenía esa perseverancia y cuando una idea inundaba su cabeza era imposible sacarla, así que incluso con las protestas de Lucifer o Vaggie de acompañarla, ella insistió en ir sola, y les hizo saber que no era tan indefensa como todos querían pensar que era, ser amable y pacífica no la hacían tonta, estaba preparada, y era capaz de tomar sus propias decisiones, no era una niña que necesita niñera cada minuto de su vida.

Y entonces ella esperó por una semana entera, cerca de la hora que Lucifer le había dicho que había encontrado al ángel ex líder de los exorcistas, hasta que un día, simplemente apareció.

Apenas Adam la vio, estaba dispuesto a dar la vuelta e irse del lugar, de no ser por Charlie que lo siguió y lo detuvo apenas supo sus intenciones, entonces el hombre con una sonrisa arrogante comentó:

— ¿Qué pasa? ¿Acaso te enamoraste del grandioso ex de tu madre?

— Augh, no… yo eh… Quería hablar contigo… sobre ya sabes, tu presencia aquí… — dijo Charlie con un tono un poco incómodo, pero amable después de todo.

— Hmm, ¿Quieres saber por qué estoy aquí? — contestó Adam levantando una ceja con sospecha y un poco de fastidio mientras volvía la vista a Roger pidiendo lo de siempre con solo una seña y una mirada — ¿O simplemente quieres que me large? 

— Si, no… espera eso sonó mal ¿no?… solo quería saber tus intenciones… y tal vez recordarte… 

— Los términos, si claro que los conozco, descuida princesa, no me meteré con tu hotel de mierda, simplemente vengo porque este bar es el único que he encontrado que haga malteadas tan buenas como las que servían en el cielo — dijo Adam ahora con más fastidio mientras se sentaba en la barra tratando ahora activamente no verse afectado por la presencia de la responsable de que el cielo lo expulsara.

— ¿Tu no estas aqui para atacarnos? ¿Hacer un plan malvado? — dijo ahora Charlie tratando de buscar y escarbar más a fondo en alguna microexpresión.

— Nop… — comentó Adam recibiendo su malteada y comenzando a sorber con una pajita.

— Oh… Vaya, esto es ahora un poco vergonzoso… 

— Lo es…

El momento se volvió incómodo, ningún sonido más que las guerras de territorio del exterior y un aire opresivo, hasta que Charlie se aclaró la garganta con vergüenza y tratando de dejar ir el mal rato apuntando a una banca al lado de Adam.

— ¿Puedo sentarme aquí?

— Tu eres la princesa, y recuerdo que la última vez que pregunte, YO no tenía derecho sobre nadie ni nada…

Charlie avanzó un poco lentamente y sin quitar la mirada del ex ángel, y se sentó cómodamente a su lado.

— Entonces ehh… ¿Qué me recomiendas? — preguntó ella con una sonrisa de dientes incómoda, tratando de sacar conversación.

— Ser una líder competente… O espera, eso no parece algo de lo que seas capaz, ni siquiera eres capaz de hacer que estos chicos te tomen enserio… — dijo Adam como una burla cruel y buscando ahuyentar a la niña, mientras ella solo hacía una mueca.

— Yo no hablaba de… nunca dije… solo pensé que… ya que estás aquí y…

— No estoy obligado a obedecerte, no soy de tu reino… 

— Pues en lo que a mi respecta no perteneces a ningún reino, estás prácticamente solo… — dijo Charlie en un ataque de frustración, mientras algo en la expresión de Adam cambiaba. El hombre mostró por un instante un dolor antiguo, que fue reemplazado por furia, provocando que Charlie se arrepintiera al instante de sus palabras — Oh lo siento no quise… 

— Auch, eso fue un golpe bajo — dijo de manera casi dramática mientras colocaba teatralmente una mano en su pecho, ocultando su enojo.

— Disculpa, no era mi intención abrir una vieja herida… 

— ¿Vieja herida? — dijo Adam con una burla, mientras comenzaba a reírse — ¿Crees que esa mierda me afecta? Ja, para nada nena, no estoy hecho de cristal como las generaciones recientes, un comentario de una pendeja que no sabe nada de la vida es insignificante para mi…

El momento quedó nuevamente en un incómodo silencio, solo el sonido de Adam sorbiendo su malteada, ninguno de los dos habló, y la tensión sólo parecía comenzar a tomar forma material, casi como una persona que se disfrazaba de muro que los separaba. o al menos así fue hasta que Adam habló con un tono aburrido.

— Te recomiendo el Brezza, siento que es más de tu gusto… y Roger los hace muy deliciosos…

— ¿Crees que supere a Husk? 

— No se quien carajos es Husk, pero supongo que solo sería cuestión de probar… 

Y con esa respuesta tan simple Charlie, con una sonrisa, pidió el cóctel y sonrió, mientras pensaba en su próximo movimiento.

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Esta niña era persistente, nadie le quita eso, aun después de que en el último encuentro Adam le había dejado claro que no la soportaba y ella coincidio con la misma afirmación, ella decidió que simplemente quería seguir visitandolo, tal vez descubrir más de él, antes se habían conocido como enemigos, pero algo bueno tenía que tener ¿No?

Emily a veces mencionaba que extrañaba a Adam, ella pensó en un principio, que simplemente Adam se había molestado y se había alejado de ella, no pensó que lo hubieran expulsado, pero era evidente que era un tipo muy sociable, se dio cuenta fácilmente, ¿Que tan adaptable eres como para lograr hacerte amigo de un Imp del infierno?

— Vaya que eres insistente… diría que sacaste eso de tu madre… — dijo en una ocasión con un tono de fastidio pero en la oración también había un dejo de añoranza y de un poco de dolor milenial.

— Hola nuevamente… ¿Cómo has estado? — preguntó ella con un tono amable y a partir de ahí supieron que esto se volvería rutina. 

Ambos hablaban de cosas efímeras, cosas y discusiones sin sentido, Adam diciendo cualquier tontería sobre cómo las costillas eran lo mejor, como la comida actual era un poco mejor a la antigua, como Roger una vez humilló a un Overlord porque se negó a darle su pago, vaya, Roger era un Imp con muchos huevos y un amigo que lo reespaldaba.

— ¿Alguien que pide malteadas de fresa puede ser tan malvado? — preguntó Charlie en una ocasión , después de haber mantenido en secreto por más de 3 meses que visitaba a Adam y ver que el mismo nunca pedía bebidas alcohólicas.

— ¿Alguna vez conociste a Pancho Villa? — ella negó con la cabeza así que continuó con una sonrisa — Te recomiendo que leas sobre él… si encuentras artículos en inglés…

Tras pensar en lo que dijo el hombre, Charlie se llenó de valor y sorbiendo un poco de su bebida, habló con determinación infantil pero firme.

— Oye… veras, quería proponerte si… eh, ¿te gustaría alojarte en mi hotel…

Adam casi se atraganta con su malteada al escuchar lo que la niña había propuesto, pensando que había escuchado mal, tosió tratando de respirar y volvió toda su atención en la princesa que lo veía con un dejo de culpa y vergüenza pero aún determinada.

— ¿Disculpa? Creo que no te escuche bien ¿Acaso tu quieres que yo… 

— Si eso es lo que dije — contestó nuevamente con esa determinación Charlie.

Adam la observó en silencio un momento, reflexionando lo que ella dijo, poco a poco volviéndose más serio y casi perdiendo el interés.

— No creo en esto de la redención…

— Ya hubo una prueba de que si existe, así que no tienes argumentos para rechazarlo — insistió Charlie interrumpiendo abruptamente a Adam de lo que estaba a punto de decir, de no ser porque él mismo levantó una mano para pedirle que esperara y lo dejara hablar.

— Déjame terminar, no creo en la redención para los que no se quieren redimir, y ese es mi caso, creo que estoy perfectamente tal como estoy… 

— ¿Podrías al menos pensarlo y considerarlo? — dijo ella ahora más tímidamente y con un tono esperanzado.

Adam solo meneo la cabeza como una confirmación leve, lo que fue suficiente para Charlie y ambos se centraron en tomar sus respectivas bebidas.

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Charlie decidió hablar con su padre respecto a una idea que aún rondaba en su mente, no estaba segura de que Adam aceptara su invitación, pero aún quería intentar, pero nunca se sento a pensar en lo que dirian los demas, la cosa es que, ya sabía esa respuesta, probablemente los miembros se levantan en armas para terminar el trabajo, pero tal vez su padre sea un poco más razonable, es decir, no puede oponerse cuando él es más fuerte y literalmente es quien lo encontró, además accedería si Charlie se lo pidiera ¿Verdad?

— ¿Y si decidiera traerlo aquí? —- dijo ella con una sonrisa incómoda.

Lucifer casi se atraganta con una bebida — No… Es una pésima idea… Suficiente tenemos con el estupido Venado… — dijo con un tono incómodo tratando de sonar amable con su hija.

Bueno esa era la respuesta que esperaba, no sabia por que se sorprendía, aun así su motivación no se vio apagada, pero necesitaba que al menos una persona estuviera de su lado, si solo su madre estuviera con ella.

— ¿Algo está pensando esa cabecita? — dijo Lucifer al ver a su hija pensativa y un poco decaída.

— Necesito un momento… — dijo ella mientras salía del consort de su padre.

Bien, la persona que mas podía apoyarla resultó no estar dispuesto, ahora no sabía que podía hacer, necesitaba un trago, pero tampoco quería salir muy lejos, estaba en una encrucijada, nadie de los residentes sabía que anónimamente hablaba con el ex líder de los exorcistas y de la nada quería darle la bienvenida al lugar que destruyó y con los pecadores que mataron a gran parte de sus hijas, eso lo hacía un poco peor ahora que lo pensaba.

Llegó al bar del hotel y se sentó un poco cansada mientras Husk la observaba con curiosidad esperando la orden de la princesa o alguna palabra.

— ¿Sabes cómo preparar un Brezza? — preguntó ella como un susurro no muy seguro.

— Claro — dijo Husk mientras ponía manos a la obra, notando que la princesa no se animaba y jugaba con los surcos de la mesa de madera — ¿Algo te incomoda?

La mirada de la princesa se elevó con un leve brillo en los ojos — ¿Estarías dispuesto a escucharme? 

Husk suspiro — A veces me toca escuchar en contra de mi voluntad, pero aquí estoy.

— Creo que quiero la ayuda de una persona peligrosa, y se que todos, incluyendote no estarán de acuerdo con mi idea… — contestó Charlie de manera muy acelerada, como si hubiera estado conteniendo esas palabras y esperando a que estallen.

— ¿Qué nivel de peligro es?

Su sonrisa se tornó incómoda — Del tipo que probablemente destrozó el hotel en una ocasión… 

Husk levantó una ceja escéptica, dejando un momento de lado lo que hacía para dedicarle su atención a la princesa — Te escucho…

— Es que lo he estado visitando últimamente y no se por que siento que necesita mi ayuda, pero al mismo tiempo yo necesito su ayuda… ¿Suena raro?

— Solo soy un pecador, y ahora solo soy un bartender, no tomé nada de estudios para ser terapeuta, pero según lo que escucho, opino que esta es una decisión que no deberías tomar a la ligera…

— Lo sé, pero es que él está tan… — Charlie dejó caer la cabeza derrotada en la barra.

— Creo que una vez hablamos del tema de tratar de solucionar los problemas de otros…

— ¿Estoy siendo nuevamente muy invasiva? — dijo mientras levantaba la vista de manera tímida, reflejando esos ojos brillantes con lágrimas contenidas — Lo siento, no fue mi intención, es solo que, siento que tenemos mucho en común y al mismo tiempo nada…

— ¿Se lo comentaste a tu padre?

— Dijo que no inmediatamente, por eso estoy aquí bebiendo un coctel dulce…

— Me sorprende que pidieras esta bebida en específico… ¿Porque escogiste esta?

— Mi amigo me las recomienda y Roger las suele preparar cuando voy al bar a visitarlo… 

— Suena como alguien simpático… — dijo Husk con una sonrisa.

Charlie se animó a sonreír un poco al ver la expresión del pecador gatuno — Lo es… 

Tras un rato de silencio donde Charlie meditaba sobre sus decisiones y Husk seguía en su trabajo, Angel hizo notar su presencia, preguntando a Husk de manera discreta que le pasaba a la princesa.

— Está en conflicto sobre traer a un tipo peligroso pero que ahora es su amigo al Hotel… — dijo Husk casi indiferente.

— ¿Un chico malo? — dijo Nifty que alcanzó a escuchar.

— Al parecer, suena como alguien interesante… — sugirió Ángel con una sonrisa mientras tomaba la bebida que Husk ya había hecho para él.

— Si, pero se que no todos van a estar de acuerdo, mi papá ya rechazó la idea, Vaggie también lo hará y Alastor inclusive sería capaz de querer matarlo.

Angel vio sorprendido a la princesa y al bartender — ¿Tan grave es? — ambos asintieron con la cabeza y agregó — ¿Pero no se supone que eres la princesa y dueña de este lugar? 

— ¿Qué quieres decir? — preguntó la princesa confundida.

— Pues que, a quienes nombraste realmente solo son personas que te ayudan, pero al final quien toma las decisiones eres tú, y si crees que es algo que puede servir, entonces no importa que tantos se impongan, ya eres una adulta como para tomar tus propias decisiones y tampoco es que estés indefensa, si tu logras confiar en ese tipo, entonces algo debe tener ¿No? — dijo mientras volteaba a ver a Husk quien solo se encogió de hombros y asiente un poco resignado.

Las palabras de Ángel lograron que Charlie se motivara y con una sonrisa formándose dijo:

— ¿Sabes que? tienes razón — y con eso tomó el resto de su bebida y corrió a su habitación organizando todo para la gran invitación.

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— ¿Va a ser lo mismo de siempre? — preguntó un Imp con una sonrisa mientras batía la lata de crema batida.

— Sabes lo que me gusta… — dijo el ángel caído mientras comenzaban a charlar de cosas mundanas.

— ¿Aún no encuentran cura para la brillantina? — preguntó Roger mientras veía que la mano de Adam soltaba un hilo de polvo dorado.

Adam levantó la mano notando lo mismo que Roger, pero sin entrar en pánico — ¿Esto? Ja, dudo que haya una cura… a lo mucho creo que durará un año más…

— Sería una lastima, extrañaria a un cliente leal — dijo con una sonrisa resignada el Imp mientras le entregaba su malteada.

— No lo harás si pones un recuadro en tu barra, que diga algo como “Este bar sirvió tragos a muchos, pero malteadas a una leyenda”, suena bien ¿No? — dijo con una sonrisa.

Antes de que Roger pudiera contestar, Charlie entró al bar con prisa y una mirada determinada, una sonrisa emocionada que no opacó su mirada, cosa que confundió a los presentes.

— Niña… ¿Estás bien? — dijo Adam un poco confundido.

— Necesito tu ayuda y sé que solo tú puedes ayudarme…

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Pasó una semana desde la visita sorpresa de Charlie al bar de Roger, y la conversación con el ex líder exorcista, ella  llegó a la conclusión de que Adam simplemente había pasado por alto su propuesta, y no lo culpaba, tampoco esperaba una respuesta positiva pero al menos quería intentarlo, lo que la dejó con un dejo de esperanza fue que Adam no le dijo directamente no, solo dijo “Déjame pensarlo”.

El hotel estaba en relativa paz, hasta que un golpe en la puerta llamó la atención de todos los presentes en la sala en ese momento.

Vaggie fue la primera en responder y abrir la puerta mientras Charlie seguía en la cocina, pero al abrir la puerta la persona al otro lado los recibió con una sonrisa y su presencia ruidosa, dándose paso libre hasta la sala sin pedir permiso.

— Hola perras, ¿Me extrañaron? — dijo el ángel dorado con un saludo despreocupado.

Vaggie no dudo en sacar al instante su lanza mientras la apuntaba directamente al ángel, seguido de los otros presentes que también se preparaban para atacar, mientras Adam sin mostrarse muy sorprendido, rodó los ojos y levantó  las manos con fastidio pero con una sonrisita “come mierda”.

— ¿Qué carajos haces aquí Cabrón?

— Deja que me encargue de esto Maggie… — dijo Lucifer mientras se arremangaba las mangas y se comenzaba a transformar en su forma demoniaca — Veo que tienes agallas para presentarte en el hotel de mi hija…

Antes de que cualquiera respondiera o atacara, e inclusive antes de que Adam hablara, Charlie se hizo presente, hablando desde la cocina con preocupación.

— Papá ¿Qué es todo este alboroto? — al ver la princesa la situación no tardó en sonreír, sus ojos se iluminaron y se lanzó a abrazar al ángel, quien se mostro un poco incomodo y la separó con un poco de delicadeza ruda — Si viniste…

Los demás, sin bajar la guardia solo observaron a la princesa con confusión, y algunas miradas de traición.

— ¿Charlie acaso tú lo invitaste? — dijo Vaggie con una voz un poco molesta.

— ¿Cuando hablabas del amigo peligroso te referías a él? — preguntó Angel.

Charlie se movió al frente de Adam para servir como escudo y evitar que los demás le hicieran daño — Lo lamento, trate de decirles a todos, pero solo me alcanzo a decirle a mi papá y como su respuesta fue negativa decidí dejarlo así, no tenía contemplado más allá, pensé que igual que todos simplemente diría que no… 

— ¿Lo ven? Ella me invitó, así que no me pueden culpar, ahora, ¿Pueden bajar esas estúpidas armas? — dijo Adam con fastidio, todos seguían a la defensiva pero no les quedó de otra más que ceder ante la mirada de Charlie — Así me gusta… ahora si… Princesa, ¿Dónde está el bartender que era “mejor” que Roger? 

— ¿Viniste aquí, solo por el bartender? — preguntó incrédulo Lucifer.

— Un poco, otra razón fue simplemente porque aquí la princesa me invitó a hospedarme y porque en la bondad de mi corazon decidi ayudarla a ser una mejor líder, ya que eres pésimo enseñando eso y nadie la respeta en el infierno y para que su plan tenga exito el cielo necesita ver un progreso en el liderazgo del infierno…

— Oh claro, y tú eres un gran ejemplo de liderazgo… — dijo Vaggie con fastidio y sarcasmo para nada disimulado.

— Lo creas o no soy mucho mejor líder que la mayoría aquí presente, lidere a un ejército completo de exorcistas que seguían mis órdenes no porque fuera simplemente su jefe, sino porque realmente me admiran… Tu también lo hiciste en su tiempo — dijo con una sonrisa llevándose una mirada fulminante de la chica.

— Era porque todas teníamos el cerebro lavado con tus mentiras — dijo ella ahora a la defensiva.

— Sigue diciendo eso, no recuerdo verte quejándote cuando te decía que habías hecho buen trabajo — Adam desvió su atención de Vaggie a Charlie — Eso me lleva a la primera lección, ganarse la simpatía de tu pueblo, pero dudo que sea tan difícil, lograste reunir a un ejército contra mis hijas… así que solo necesitas pulir ese encanto que ya tienes.

Esa afirmación elevó el ánimo de Charlie, quien sonrió como una niña orgullosa de que su mamá le hubiera dicho que su dibujo era una obra de arte — ¿Crees que soy encantadora?

— No cualquiera logra convencerme de ayudarlo, toma eso como un cumplido — contestó él con una sonrisa mientras tocaba la punta de la nariz de la chica de manera juguetona.

— Espera, ¿De verdad vamos a hacer esto? — comentó Ángel mientras veía a los demás miembros del hotel en busca de alguna respuesta.

Husk se encogió de hombros mientras se dirigía al bar — Al parecer… mientras no haga daño, por mi bien… Además creo que acabo de recibir un reto.

Vaggie aún incomoda se dirigió para hablar con Charlie, aun sin estar convencida de esa decisión que tomó sin su permiso.

— Charlie ¿Puedo hablar contigo?

— Claro ¿Que pasa?

— En privado.

Ambas novias se dirigieron a una parte apartada de los demás, de las paredes chismosas y el bullicio de la sala, y una vez solas Vaggie finalmente explotó.

— ¿Por qué no me dijiste que harías esto? 

— Porque sabía que te negarías, y era algo que necesitaba hacer.

— No creo que sea buena idea, es decir, se que estas desesperada pero esto es mucho… Adam no es de fiar y lo sabes.

Charlie apartó la mirada — Ya sé que tú y Adam tienen sus diferencias, pero creo que puede ayudarnos, además, aún no ha hecho daño y está dispuesto a ayudarnos.

— Fácilmente podría estar mintiéndonos…

— Creo que hay que darle el beneficio de la duda, y si quisiera hacerme daño lo habría hecho todas esas veces que fui a visitarlo sin vigilancia al bar…

Esas palabras de alguna manera lastimaron más a Vaggie — ¿Seguiste visitandolo? ¿Sin nuestra compañía? ¿Sin decirmelo?

— No quería que te enteraras así, solo que sabía que si lo sabias simplemente no querrías que siguiera visitandolo.

— ¿Tan poca confianza me tienes? — dijo Vaggie con una mirada lastimera, sintiéndose traicionada.

— Creo que soy lo suficientemente mayor como para tomar mis propias decisiones, además no es tan grave como tu ocultando ser exorcista por años, ahora puedo decir que estamos a mano — y con eso dijo Charlie se retiró un poco molesta.

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Adam mientras tanto se había acercado al bar, pidiendo una malteada de fresa, como estaba acostumbrado.

— Pues, creo que sigo prefiriendo la receta de Roger, pero no está tan mal… — dijo el ex líder Exorcista mientras sorbía la malteada con pajita.

— Jamás pensé que el pene original tomara malteadas… Cada dia aprendes algo nuevo al parecer — mencionó Ángel con una sonrisa curiosa.

— Digamos que actualmente tengo prohibido tomar alcohol… — dijo Adam con una sonrisa incómoda, recordando la última vez que se había puesto hasta las chanclas*.

La charla continuó hasta que Charlie apareció, dándole a Adam una salida de una conversación que no quería tener.

— Princesa, entonces ¿Cuál va a ser mi habitación?

— Oh, cierto, bueno… Sígueme — dijo ella de la manera más amable posible después de la discusión que había tenido con su novia.

— Te ves triste ¿Tiene que ver con Vagie?

— Nunca había discutido con ella, no desde que descubrí que era exorcista, y siento que fui muy dura, solo que me molestó lo que dijo, se que tal vez debí confiar en ella, y al asumir que no me apoyaba sólo me moleste, pero yo no…

Adam interrumpió la perorata de Charlie colocando una mano en su boca de manera suave — Estas angustiado demasiado a esa cabecita, las relaciones no son perfectas y no puedes forzarlas a serlo, las discusiones son oportunidades, Lute y yo siempre discutimos y volviamos mas fuertes que nunca, igual con Eva, la cuestión es ¿qué tan dispuestas están a dar su brazo a torcer?, Puedo darte mañana una lección de confianza… ¿Te gusta la idea?

— Creí que Vaggie no te agradaba… 

— No me agrada, igual que tu padre pero tengo que trabajar con él, y Vaggie aun con toda esta enemistad, no deja de ser una de mis hijas — la mirada de Adam se torno un poco baja y susurro para si mismo — Solo que tuve que perder todo para verlo realmente… 

Charlie observó curiosa a Adam, para después con una sonrisa agregar — Muchas gracias por tu ayuda, me serviría mucho esa primera lección.

Siguieron caminando hasta que entraron a una habitación amplia, Charlie la había arreglado para Adam, basándose un poco en lo que sabía de él, al parecer los colores violetas, dorados y blancos eran sus favoritos, además del tema de rock que toda su esencia emanada.

— Aquí estamos… ¿Te gusta? Si quieres podemos modificarla o la puedes modificar tú mismo, no hay límites, siente esto como tu espacio seguro… 

— Vaya, sí que le pusiste empeño, me gusta lo que veo — dijo Adam.

— Bien, te dejo para que te adaptes, y sientete bienvenido.

Y con eso dicho, Charlie salió de la habitación dejando solo al ángel quien encantado revisó cada rincón de esa habitación, notando que, de hecho, Charlie realmente le había puesto empeño, le gustó tener al menos un descanso visual de tanto rojo.

Sin embargo la paz le duró poco, porque tras unos pocos minutos una persona entró sin pedir permiso, abriendo su puerta y entrando de lleno, a la defensiva y con un tono de amenaza marcado.

— No se que hiciste para convencer a Charlie, pero si me entero que planeas hacerle daño, me asegurare de que no vuelvas a ver la luz del dia… 

Adam la observó con fastidio, sabiendo esa rutina — Puedes meterte tu lanza por el culo, Vagina… Además — se alzó en toda su altura agachándose casi encima de Vaggie con un susurro amenazante y una mirada sombría — Si quisiera hacer algo ya lo habría hecho… ¿Qué tal si te ocupas de tus propios asuntos?

Vaggie le dedicó una mirada fulminante y se retiró de la misma manera agresiva, con la amenaza marcada en su ceño fruncido, era un reto, eso era claro.

Cuando la tensión abandonó la habitación, Adam dijo de la nada:

— Ya puedes salir, serpiente de mierda…

Lucifer hizo acto de presencia en forma de serpiente para cambiar a su forma habitual. 

— ¿Cómo sabías que estaba ahí?

— Lo sospeche… y si me hubiera equivocado simplemente quedarían como palabras dichas a la nada…

— Oh, jaja, supongo que simplemente me delate solito… 

— Si esto es para amenazarme, ya lo hicieron por ti, y a decir verdad esa mujer es más intimidante que tú…

Lucifer adoptó un tono más serio, mientras con su mirada evaluaba al otro ángel caído. 

— ¿Hablabas en serio sobre querer ayudar a Charlie?

— Sabes que se me da pésimo mentir… 

Lucifer soltó una risa — Cierto… Eres pésimo guardando secretos… Entonces ¿Cual es tu plan? ¿Ayudas a Charlie, el cielo lo ve y te vuelve a aceptar? Porque dejame decirte que así no funciona ya lo…

Adam lo interrumpio — Seria muy idiota si creyera eso… — dijo para despues apartar la mirada a un rincon de la habitacion.

— ¿Entonces por qué? — dijo Lucifer aún más confundido, mientras observaba cómo la mirada de Adam cambiaba a una más cálida, que se posó sobre él, de manera que lo vio directamente a los ojos.

— Llámalo un salto de fé…

Chapter Text

Charlie necesitaba aprender a ser una líder y  Adam capto eso desde el primer momento en que la conocio, asi que estaba más que encantado cuando ella le pidió que él fuera su coach de liderazgo y no desperdició esa oportunidad, al final de cuentas no tenía nada que perder, qué mejor que dedicar su tiempo a algo que valga la pena y sea más productivo que tomar malteadas.

Inmediatamente al día siguiente, Adam levantó a los presentes del hotel para comenzar su primera lección, de manera entusiasmada, transportó a los presentes hasta una zona de guerra parecida a la que Vaggie les había llevado hace cuatro años.

— Muy bien, aquí generamos buena confianza, parece un lugar perfecto… — dijo Adam con una sonrisa enérgica — ¿Están listos?

Las expresiones de los presentes eran variadas, desde disgusto, hasta emoción.

— ¿Y esto cómo nos ayudará a generar confianza? — preguntó tímidamente Charlie.

— Simple, todos bajaran ahí a pelear, ganaran, pero no lo harán solos, tu…— apuntó un dedo a Charlie — los guiaras, les darás instrucciones, intervendras y lideraras.

— No sé si este método sea bueno… es decir, nada contra tu método, solo que a las generaciones actuales y a mi visión no les parece favorecer — intervino Charlie de manera amable.

Adam rodó los ojos con fastidio — La vida es difícil, superalo… No todos van a estar de acuerdo con tu visión, no todos van a estar esperando a que los convenzas con palabras, si eso no funciona tendrás que usar la fuerza, además ya fuiste líder una vez contra mi ejército, así que sé que puedes hacerlo…

Charlie se mordió el labio inferior pensando en la batalla de hace dos años, si bien había sido “líder”, realmente no es que hubiera hecho mucho, simplemente pidió ayuda, los caníbales fueron idea de Alastor, de no ser por él, se habría rendido, terminó haciendo un trato al final, trato que Alastor aún no ha cobrado y en el que no había pensado desde hace mucho tiempo.

— Eso fue solo una vez y tenía muchas dudas…

— Además esa pelea la ganamos nosotros — intervino Vaggie.

— Te recuerdo, Vagina, que esa vez solo ganaron porque el padre de la princesa intervino, sino, mis ángeles los habrían mutilado… — le recordó Adam con una mirada fastidiada pero una sonrisa arrogante.

Tratando de bajar las tensiones Angel Dust intervino — ¿Y cómo se supone que generas confianza en un campo de batalla?

— Vagie debería de saberlo… — contestó Adam como si fuera lo más obvio.

— Ohh, ¿Así que de ahí sacaste la actividad de la confianza? — se dio cuenta Charlie.

Vaggie apartó la mirada avergonzada de recordar lo que había sido un “fiasco” de actividad hace años — Yo eh.. Lo siento por eso, termine usando métodos de la persona que más odio.

— No es tan malo — interrumpió Adam — No hay nada que genere más confianza que pelear por tu vida al lado de tus camaradas, cuando tienes el hocico de un lobo en tu cara y  tu compañero de vida lo apuñala antes de que la criatura dé el último mordisco y termine con tu miserable vida… Entonces comprendes lo que es el amor verdadero… — dijo con una pasión que brillaba por sí sola.

— Eso fue muy específico… — comentó Angel Dust con una mirada incómoda.

— ¿Crees que podríamos bajar un poco el nivel? — sugirió Charlie tratando de ser amable.

Adam al principio se vio reacio, observando el campo de batalla y a los pecadores, para después comenzar a ceder, un poco fastidiado.

— Entiendo, no quieres matar a tus pequeños habitantes aunque se estén matando entre ellos… creo entenderlo, entonces… que tal si lo trasladamos a un nivel diferente de confianza… 

— ¿Cual es el truco? — intervino al instante Vaggie aun sin confiar en el exorcista.

— Les enseñaré a confiar de la manera en que yo lo aprendí…

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Adam tuvo que hacer una planeación completa que le tomó un día completo, si bien hacer realidades u hologramas era sencillo en el cielo, desde que fue expulsado, esto se volvió un reto demasiado cansado.

Sabiendo que no tendría esa simulación en ese mismo día y que incluso tardaría más de lo previsto, sugirió una serie de actividades más ligeras para generar confianza, él a veces jugaba esos juegos de confianza con sus hijos cuando aún vivían.

Sugirió desde “Nudo Humano”, hasta carrera de obstáculos con los ojos vendados. La niña de Lucifer aún tenía mucho que aprender, pero no la culpaba, le faltaba la experiencia que él fue obligado a adquirir en la adversidad, al final de cuentas los buenos líderes nacen en el caos, si sentía el miedo de perder a los suyos nuevamente, entonces tal vez resurgirá la líder de hace cuatro años, que peleó con sus hijas.

Una semana después, Adam ya tenía preparada su simulación, Lucifer le dio un espacio seguro para poder hacer esa actividad, después de todo el infierno también era enorme y el hotel parecía tener espacio ilimitado.

— Creí que ya habíamos atravesado esta lección cuando Pentius estaba aquí… 

— En esa ocasión yo no estuve tan presente y Adam quiere que muestre mis dotes de líder, así que nos preparó una simulación para esta lección — aclaró Charlie con una sonrisa que le fue imposible ocultar. 

— Muy bien, veran, esta lección durará unas unas 5 horas reales, sin embargo, ustedes lo sentirán como 5 semanas, pero es necesario… la simulación fue reducida en dificultad a petición de la princesa… es algo simple, son una de las tribus más antiguas y Charlie es la líder de la misma… — explicó Adam.

— Es como un juego de rol… 

— Básicamente… solo que lo van a sentir muy real… además sus habilidades especiales se verán reducidas a la de un simple humano — Adam se dirigió a Lucifer — Duck fucker ¿Haces los honores?

— ¿Debo formar parte de esto también? — preguntó Lucifer incómodo mientras se arreglaba un poco el moño.

— Sería aburrido si viera a todos sufrir menos a ti…

— ¿Y qué harás tú? — preguntó Charlie.

— Seré tu guía, te daré consejos, pero tampoco esperes que te resuelva la vida… — dijo Adam con una risa mientras preparaba su mano con un aura dorada parecida a un rayo celestial solo que más tenue — Bien, ¿Preparados? — todos asintieron determinados — “Por favor funciona” Aquí vamos…

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Todos los miembros del hotel entraron a un mundo simulado, este contaba con varios personajes, muchos NPCs al parecer generados por Adam y Lucifer, era un lugar abandonado, casi con ambiente del anillo de la ira, muy viejo oeste, sus vestimentas también habían cambiado a unas más “rudimentarias”, Adam realmente le había puesto empeño.

— Muy bien, aqui la situacion, esta tribu ha perdido a su lider, por ende todos estan en muy mala situación. La siguiente en la línea eres tú Charlie, y tienes que ayudarlos a salir de esta crisis — explicó Adam quien ahora vestía un taparrabos de cuero animal y ojos pintados con temática de cazador.

Los demás miembros no estaban alejados del outfit de Adam, Charlie parecía una princesa o hija del jefe de una tribu, era destacable y su apariencia gritaba que era la líder sin decir una palabra.

— Debo repetir, como ya dije aquí no hay poderes, el hambre la sentirán muy real, al igual que todos los sentimientos humanos mundanos que creían abandonar al morir — dijo Adam dirigiéndose a los miembros del hotel.

Los miembros de la tribu parecían seguir en su mudo, ignorantes de lo que pasaba a su alrededor aparentemente, no parecían muy interesados en prestar atención a su futura líder.

— ¿Y bien? ¿Qué hacemos? — pregunto Husk.

— Vamos a conversar con ellos — sugirió Charlie, mientras trataba de llamar la atención de la tribu.

Algunas personas simplemente se detuvieron a ver a la nueva líder pero sin un tono serio en sus miradas, casi parecían listos para burlarse, varios recuerdos inundaron la mente de Charlie, sintiéndose nerviosa ante la vista de todos.

— Hola a todos, sé que su antiguo líder murió y que yo soy la siguiente en la línea, pero no hay que lamentarnos por eso, podemos tomar esto como una oportunidad para ser mejores como comunidad, ser amigos, fomentar la unión y así salir adelante ¿Quién está conmigo?

El lugar se mantuvo en silencio, salvo Vaggie que trataba de dar apoyos siendo la única que daba porras ante la vista de muchas personas que parecían poco interesadas.

— ¿Cómo planeas ayudar a la tribu? — preguntó uno de los aldeanos.

— Eh... ¿Haremos reuniones y discutiremos soluciones todos juntos como comunidad? — dijo Charlie con una sonrisa, mientras algunos aldeanos se retiraron serios y otros simplemente celebraban.

Adam suspiró un poco mientras colocaba una mano en el hombro de Charlie, captando su atención mientras le susurraba — Charlie… En este punto la tribu necesita un líder, no platicas, las pláticas fueron las que mataron al jefe anterior.

Ese día los aldeanos decidieron hacer una fiesta celebrando a su nueva líder, si bien al principio Charlie estaba encantada, no se dio cuenta que eso sería un problema después, es decir, ¿Como podría? Ella nunca pasó hambre.

Lo malo de no saber poner límites era que después las personas podían abusar de tu amabilidad, y Charlie lo sabia, aun asi le era difícil hacerlo. Decir “no” a su gente siempre fue complicado, pocas veces un pecador le hizo perder la paciencia, y después ella terminaba pidiendo disculpas y sintiéndose mal. La situación se estaba repitiendo.

Cuando la tribu decidió hacer una fiesta, Charlie pensó que solo seria de una noche, al final las fiestas así eran, pero la celebración comenzó a extenderse en tiempo, 3 días completos. Ella al principio no vio problemas hasta que la comida y el agua comenzaron a escasear y no había nuevas provisiones, el hambre comenzaba a calar un poco y cuando verifico con Adam, descubrió que de hecho la fiesta había agotado provisiones de 5 meses a solo 2 dias, y si seguían así, pronto no tendrían comida. Sin embargo, cuando trato de hablar con su pueblo, los mismos no obedecieron y siguieron con la parranda sin escuchar.

— No se que hacer Vaggie, no escuchan aunque quiera ayudarlos — dijo desesperada Charlie mientras se sentaba y ocultaba su cabeza en las rodillas, tratando de hacerse lo más pequeña posible.

— ¿Por qué no usas tu influencia como líder? Tienes que ser un poco más dura con ellos, demostrarles quien manda — dijo Vaggie confortante.

— Pero  no quiero ser mala con ellos y que después me odien — contestó la princesa mientras se ocultaba aún más, recordando la última vez que trato de usar su influencia para ayudar a alguien y como había empeorado todo.

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El pueblo se hundió en caos después de unos días. La comida se había acabado, y el pueblo exigía respuestas y soluciones. Charlie trató de abogar y buscar soluciones, lo único que quedaba era cazar y trabajar para lograr reunir algo.

— Bueno, como su líder me propongo a conseguir comida… — fueron las palabras dichas por la princesa.

Y ahí estaba el mayor error de ella, quería resolverles la vida a sus súbditos, pero eso no era lo que necesitaban, eso solo los consentía y los hacía inútiles, Adam y Vaggie se ofrecieron a ir con Charlie a ayudar con su búsqueda de comida.

Tras varias horas, Charlie no logro cazar ni una sola carpa, ni siquiera un conejito, apenas veía la lindura de las criaturas su corazón se encogía y no podía darles el golpe de gracia, Vaggie y Adam por su parte habían logrado capturar al menos lo suficiente para ese dia.

— Sabes que esto no es suficiente y solo 3 personas no podrán cazar suficiente para un pueblo entero ¿Verdad? — replicó Adam mientras dejaba su saco de al menos 20 carpas.

— No la presiones, Charlie está haciendo lo mejor que puede… — dijo Vaggie molesta con Adam.

— No lo digo por ser un cabrón, estoy  hablando desde la experiencia, 20 carpas y 2 venados son muy poco para una aldea de al menos 800 habitantes.

— Dudo que todos hayan entrado tan así en ruinas… — dijo Charlie.

La cara de escepticismo de Adam basto para saber que su punto era un poco tonto.

— ¿Qué tan malo es? Creí que la ley de cualquier pueblo era tener provisiones y sentido de supervivencia… — dijo Vaggie.

— Cuando eres líder tú determinas que tan confiable eres o qué tanto se aprovechan de ti… Por eso es importante aprender a poner límites y delegar actividades, porque no debemos resolverles la vida, debes guiarlos para que solos resuelvan su propia vida, si no haces eso solo se convierten en mediocres incapaces de hacer algo por su cuenta…

— Pero no quiero ser mala — dijo Charlie agachando la mirada recordando como en el infierno todo se manejaba con violencia y miedo — Quizás haya otra manera.

— Ser autoritaria no te quita lo amable, y ser buena persona no significa que tengas que ser débil y doblegarte, puedes ser amable y ruda… He conocido a muchas perras asi y no por eso son malas… 

Charlie apartó la mirada aún insegura pero comprendiendo un poco el punto de Adam, recordando su primera revolución contra el mismo hombre que, irónicamente, la estaba guiando.

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2 días y el pueblo aún seguía en crisis, la cacería de Charlie y compañía no parecía rendir, además de no contar con ayuda extra, llegó un punto donde consideró dejarlo, darse por vencida y dejarle el cargo a Adam o a Vaggie quienes al menos ponen más límites.

— Creo que no fui hecha para esto… simplemente no les estoy ayudando.

— No te preocupes amor, sé que puedes hacerlo mejor, solo necesitas tiempo…

— Pero el pueblo está muriendo de hambre y yo no he hecho nada.

— Recuerda que este es un escenario ficticio… — le recordó Vaggie mientras le ponía una mano en el hombro.

Adam soltó un bulto que parecía un búfalo enorme antes de sentarse cerca de las dos novias, volviendo incómodo el momento.

— Muy bien, es hora de un descanso… ¿Qué quieren saber? — preguntó el primer hombre con una sonrisa, las miradas de las chicas cambiaron de fastidiadas a confundidas, mientras Adam continuaba — Les voy a contar una anécdota o historia, ¿Que quieren saber?

— ¿Alguna vez te rendiste? ¿Te cansaste de luchar por los demás? — preguntó Charlie.

— Varias veces — dijo Adam sin pelos en la lengua — La primera vez con tus padres y fue porque los amaba mucho, casi como hermanos; la segunda con Eva y fue porque la ame apasionadamente y su traición me dolio; la tercera con la humanidad en general, pero son mis hijos y descendientes, solo quería salvarlos; y digamos que la última fue con mis exorcistas, especialmente gracias a quien tienes a tu lado, pero decidí que me valía madres… 

Charlie bajó la mirada. Había esperado una respuesta honesta, pero resultó ser más de lo que esperaba.

Adam sacó un cuchillo y comenzó a despellejar parte del búfalo, sin prisa.

— Mira, te voy a contar algo. Una vez, hace como mil años o más, hubo un reino creado desde los deseos de un huérfano. Se volvió un rey poderoso, brillante y, obvio, guapo como yo. Tenía el poder de conceder deseos. Hizo todo por su gente, motivado por la pérdida. Los mantenía a salvo, alimentados, protegidos… no les cobraba alquiler. Su reino era próspero. Un comunismo que sí funcionaba.

Vaggie bufó, pero no dijo nada.

— Al principio todos lo adoraban, claro. Pero como todo humano, tenía defectos. Uno de ellos era que se alteraba fácilmente. ¿Lo puedes culpar? Temía perder todo lo que construyó para proteger a su gente. Una chica como tú cuestionó sus métodos. Pero a diferencia de ti, no creo que hubiera visto por todos desde el inicio, solo por su familia. El rey trató de explicarle cómo funcionaba todo, pero ella insistía en que ella tenía razón. Una estrella le dio poder, y al sentir esa magia desconocida, el rey se preocupó. Pensó que era una amenaza. Pidió ayuda a sus súbditos… y qué sorpresa. Todos le exigían más y más deseos. No hacían nada. Solo lloraban y esperaban a que él resolviera todo. Y lo hizo. Eso lo llevó a tomar malas decisiones, a buscar magia oscura, de ese tipo que tu amigo Vudú conoce bien.

Charlie lo miró, sin parpadear.

— ¿Y qué hicieron los del pueblo? Lo abandonaron. Dijeron que ya no tenía salvación. Siguieron a la chica que causó todo el problema. Lo encerraron en un espejo encantado por la eternidad y lo enterraron en lo más profundo de un calabozo. La chica se volvió Hada Madrina y cumplió todos los deseos incluso los más absurdos. Fin.

— Qué historia tan más triste… — murmuró Charlie.

Adam sonrió, con esa mueca entre cruel y nostálgica.

— La gente no valora a nadie. A la mínima muestra de defectos, te abandonan. No necesitan mártires. Necesitan dirección. Si te matas por ellos, te recordarán un rato — hizo una pausa, clavando la mirada en Charlie — Así que sí, no hay nada de malo en ser bueno, pero ayudar no es dar todo. Es enseñarles a ganárselo.

— ¿Y qué fue de ese rey? ¿Aún está en ese espejo? — preguntó Charlie un poco triste por la historia de ese rey, si bien ella era activista, nunca había pensado en el panorama visto desde otra perspectiva, tal vez para esa chica de la historia ella hacía lo correcto, pero verlo desde otro punto era, difícil, y sentía pena por el rey, igual que sintió pena por Adam en el bar.

— Lamentablemente si te metes con magia oscura tu alma se vincula con el infierno directamente… y el espejo te hace esclavo de esa magia hasta que tu esencia simplemente desaparece, es incluso peor que morir a manos de un exorcista… Probablemente siga en ese calabozo esperando ser liberado o tal vez ya se esfumó.

— ¿Crees que tenga salvación? — dijo la princesa con más esperanza.

— No lo sé, no lo he intentado y no he visto que alguien lo haya hecho… 

— Charlie no es momento de querer ser una salvadora… — mencionó Vaggie preocupada.

— No te preocupes, primero aprenderé a ser una gran líder — dijo Charlie ahora con una leve determinación — Y cuando lo haya logrado buscaré ese espejo y salvaré a ese rey…

Vaggie vio a Charlie con mucho cariño, al saber que su novia era el ser más puro que existía en ese mundo.

Por su lado Adam se guardó sus comentarios, pero también sonrió para sus adentros sabiendo que Charlie era demasiado buena y terca, pero eso no era malo, ya que al final esas cualidades lo convencieron de querer ayudarla.

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Al día siguiente ella decidió ser firme y finalmente confrontó a su pueblo, poniéndose al frente y pidiendo la atención de todos.

— Bien, he notado que aún estamos escasos de comida y suministros, se que prometí que se los otorgaría, pero lamento informar que es demasiada responsabilidad para solo 3 personas, por lo cual necesito su ayuda — dijo la princesa con un tono firme pero amable.

Los murmullos de la gente no se hicieron esperar, cada uno reclamando y exigiendo algo diferente, muchos inconformes con las palabras de la princesa y otros negándose a moverse.

Charlie apretó los puños. Quería decir algo reconfortante, recordarles que todo mejoraría, pero la imagen de los niños hambrientos, de los almacenes vacíos, se le clavó en la conciencia hasta que finalmente se molestó y dejó de ser “amable”.

— ¡Si no cazamos, moriremos de hambre! ¡Esto no es una opción, es una orden! 

El pueblo la miró sorprendida esperando ver una mueca de duda en Charlie, pero solo encontrando un ceño fruncido y una mano que apuntaba a las lanzas además de sus guardaespaldas con una sonrisa de aliento y con armas en manos, haciendo saber que no era opción, tenían que obedecer, y aunque en el fondo Charlie quería disculparse y decirles que no era necesario, sabía que no era opción, tenía que aprender cuando ser dura y cuando ser amable.

Esa caza fue muy productiva y los días siguientes finalmente lograron recuperarse un poco de la hambruna. A partir de esa muestra de coraje de Charlie los demás retos parecieron resolverse de manera más sencilla, solo hacía falta que Charlie sacara ese carácter que ya los Hazbins sabían que tenía.

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Con cada semana los retos cambiaban, uno trató sobre la confianza desmedida de Charlie, donde quiso ayudar a un forastero que al final les terminó robando las provisiones y riquezas, con ello establecieron la importancia de poner “mandamientos” (nombre sugerido por Adam) y de explusar a cualquiera que incumpliera al menos 5 veces algunas de esas reglas.

En otro caso, Charlie se sintió muy avergonzada de sí misma por haber hecho algo que pensaba que no tenía, que eran los prejuicios, ella siempre pensó que no era prejuiciosa, pero con ese reto supo que aunque no lo fuera en exceso aun tenía ese “defecto”, y si bien no era el peor de los pecados, supo que estaba equivocada por pensar asi. 

Se habló mucho de un rumor sobre una anciana que daba mala suerte, Charlie no lo creyó así que trató de hablar con la señora, pero esta la trato de manera déspota y amargada con algunas burlas vulgares, haciendo que ella se molestara y asumiera que lo que decía el pueblo era correcto.

“Los tiempos de Dios son perfectos” decía el dicho, y en un incidente Charlie y la anciana quedaron atrapadas y juntas, siendo obligadas a convivir.

— ¿Por qué antes fuiste tan grosera conmigo? — preguntó Charlie con cautela.

— Tu vienes de ese pueblo, se lo que dicen de mí, no soy tonta, sabia que venias con esa intención — contestó la anciana molesta.

— Yo no iba a…

— Lo hiciste al instante después de que te hable mal, así que no me equivoque… — dijo aún más molesta la señora.

Charlie se sintió avergonzada, en silencio esperaron un rato. Después Charlie se puso de pie empeñada en empujar las rocas que obstruian la salida de la cueva, así duró hasta que resultó lastimada.

La anciana observó a la princesa en silencio, esperó paciente y después de ver que la chica se detenía y se sentaba, se acercó, su mano se iluminó de un color azul turquesa, iluminando parte de la cueva que era oscura, tomo la mano lastimada de Charlie y la comenzó a inspeccionar.

— ¿Qué está… 

— No te muevas chamaca, necesito concentrarme para curarte — regaño la anciana mientras usaba su magia, hasta que Charlie dejó de sentir dolor.

— ¿Usted puede hacer magia? wow, que genial — dijo emocionada Charlie.

— Los del pueblo no lo ven tan genial… — dijo amargada la anciana.

— Disculpe, no he sido muy amable, ni siquiera le pregunte como se llama… 

La señora se vio sorprendida ante la amabilidad de la joven, antes nadie  había hecho ni un intento de conocerla — Soy Olivier…

— Genial, yo me llamo Charlie… pero supongo que me conoce por ser la líder y eso… 

— ¿Y puedo saber por qué una princesa está en terrenos tan peligrosos? 

— Quería explorar y la verdad… digamos que… quería ganar su favor, así que la seguí… y no me arrepiento de hacerlo, porque terminamos juntas y nos volvimos amigas…

— No diría que amigas, pero tienes mi respeto, lastima que ahora quedamos las dos atrapadas aquí hasta que nos encuentren o muramos, lo que pase primero… — A pesar de ser un comentario cruel y con sarcasmo, una sonrisa adornó los labios de ambas damas.

Tras un gran rato esperando y conversando, un ruido cerca de la entrada confirmó que habían sido encontradas, y el primer rostro que ambas vieron fue el de una Vaggie preocupada, seguida de Adan y Lucifer empujando las piedras con sus manos, siendo Adan quien más experiencia mostraba.

— Charlie, qué bueno que estas bien — dijo Vaggie aliviada mientras corría hacia ella.

— Char-Char me tenías preocupado — dijo Lucifer mientras corría a abrazar a su hija.

— Hey Olivier, un rato sin vernos — dijo Adam sin ponerle importancia a Charlie y ganándose una risa sincera de la anciana.

— Dan, igual de descarado que siempre — contestó la anciana saliendo de la cueva.

Después de esa experiencia, Charlie comprendió que siempre había algo más por descubrir de uno mismo, ella nunca creyó ser prejuiciosa pero al parecer aún tenía cosas que aprender, y eso no estaba mal, lo importante era reconocer el error, enmendarlo y tratar de mejorar.

— Oye, em… Lo siento… — dijo Charlie de la nada.

— ¿Y eso por qué? — preguntó Adam muy desconcertado.

— Hoy descubrí algunas cositas y siento que aunque ahora somos amigos, me deje guiar mucho por la imagen que mis padres me dieron de ti y no me dedique a conocerte realmente — dijo Charlie avergonzada.

— ¿Ok?... Mira niña, me conozco lo suficiente como para saber que me hubiera comportado como un idiota contigo incluso si no supiera que eras hija de uno de los seres que mas he odiado. Además ya han pasado 4 años desde ese incidente, lo pasado pisado dicen.

— Si, bueno… eh, de todos modos, lo siento, fui muy prejuiciosa, incluso en el bar… no fui muy justa, pero ahora me alegra de que estés aquí y me estés ayudando con mi sueño.

— Si, como sea — dijo Adam fingiendo desinterés pero con una leve sonrisa.

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Una vez terminados todos los retos que Adam moldeo para Charlie en la simulación, volvieron al hotel, al ver el tiempo descubrieron que efectivamente lo que percibieron como semanas en realidad fueron unas cuantas horas en realidad, eso solo indicaba la calidad del trabajo que Adam y Lucifer habían empeñado en esa sola prueba.

— Es una maravilla que hayan decidido volver a acompañarnos — dijo Alastor desde un asiento del bar, con su característica sonrisa.

— Creo que ahora estoy extrañando esa dimensión donde no podía ver tu estúpida cara — dijo Lucifer con recelo dirigiéndose al tipo sonriente.

— Y yo extraño cuando no tenía todo mi escenario pintado de rojo… — renegó Adam, mientras adaptó nuevamente su vestuario a la habitual túnica con casco de exorcista — Mucho mejor.

— ¿Esa cosa trae filtros de color? 

Adam ignoró la pregunta mientras notaba como todos se reintegraban y volvían al presente, después de haber insistido en despedirse de los NPCs que juraban que extrañarían.

Una vez todos “presentes”, Adam se dirigió a Charlie y puso una mano en su hombro con una sonrisa y un asentimiento de cabeza en señal de reconocimiento, para después dirigir su mirada a los demás, quienes también rodeaban a Charlie.

— Creo que ahora te respeto un poco más, pero solo un poco… —  dijo Husk con una leve sonrisa.

— ¿Hmm?

— Extrañaba la actualidad, no es por demeritar mis tiempos, pero eran un verdadero infierno — mencionó Adam con su típico tono ruidoso mientras extendía sus alas — También extrañé a estas bellas amigas…

— Tienes un punto Grandote… Nunca pensé que extrañaría la actualidad, aunque voy a extrañar el cielo azul — mencionó Angel.

Ante el comentario de Adam, Charlie pudo reflexionar un poco fuera de la presión de mantener un pueblo vivo, y dijo la primera pregunta que cruzó su mente.

— ¿Esa fue la clase de vida que tuviste? 

Adam no analizó su respuesta y simplemente fue teatral mientras hablaba — Nah, eso fue demasiado blando, en mis tiempos, los animales eran el doble de grandes y fuertes, además de letales y salvajes, las comidas eran aún más limitadas, el frío de la simulación era solo una brisa a comparación. Aunque, las lluvias siempre las consideraré hermosas…

Una sonrisa nostálgica y una mirada distante adornaron las facciones del primer hombre provocando que los presentes lo vieran con cierta incertidumbre hasta que finalmente alguien habló, sacándolo de su trance.

— Debió ser muy duro…

La mirada de Adam se volvió más dura mientras agregaba de manera seria — Lo duro no es que tú puedas sobrevivir, lo duro es hacer que los que te siguen sobrevivan — suspiró para después volver a su actitud jovial mientras volteaba a ver a los demás integrantes del hotel — Muy bien, en escala del uno al diez, ¿Qué tan confiable creen que ha sido aquí su princesa a comparación de cuando la conocieron?

— Creo que ha mejorado bastante, me sorprendió cuando me gritó, pero después reflexioné que era por mi bien, y me gustaria ver mas de esa Charlie… Le doy un nueve

— Mejoró considerablemente, pero aún hay que pulir detalles… Ocho punto cinco

— La verdad creo que era la reprimenda que merecíamos después de habernos portado como mierdas por mucho tiempo… Nueve punto ocho

Una vez todos terminaron de comentar, Adam con una gran sonrisa en el rostro, manos en las caderas y mucha energía, se volvió hacia Charlie.

— Pues felicidades princesa, estás bien calificada para ser líder, solo tienes que adaptar esa cualidades a tu entorno actual, es decir, el infierno.

Charlie estaba muy agradecida por la ayuda, pero aun con duda pregunto — ¿De verdad crees que alguien aquí me seguiría solo por ser una buena líder?

— Los Imps y los nacidos del infierno en general lo harían… — comentó Lucifer.

Charlie apartó un poco la mirada, cuyo sentimiento reflejaba el conflicto en el que se encontraba, Lucifer y Adam notaron ese conflicto, esperando una palabra de la princesa.

— Pero ¿Crees que los pecadores, que son a quienes quiero salvar, me escucharan?

Adam sin dudarlo rodeo a Charlie con un brazo, tal como un padre lo haría con un hijo al intentar motivar mientras decía:

— Tendrías que ser un poco más dura, pero también puedes usar la admiración de los Nacidos del infierno como palanca, si lograste que dos señores supremos te escucharan y te ayudaran, y no, no cuento a Bambi… significa que algo debes haber hecho bien… Solo tienes que estar de acuerdo que no todos van a seguir tu ideal, y a esos que suponen una amenaza, vas a tener que darles un ultimátum. Al final la lección consistió en que no tenías que cambiar quién eres, Charlie. Solo tenías que aprender a hacerte respetar.

Charlie volvió la mirada sorprendida hacia Adam y después hacia su papa, encontrando en el primero una sonrisa que parecía honesta y en el segundo un asentimiento de cabeza, dos pulgares arriba y una sonrisa de orgullo.

— Si, supongo que tienen razón… No es tiempo de dudar, es tiempo de actuar…

— Así se habla, Char-Char… 

Chapter Text

Lucifer apoya a su hija incondicionalmente, y quiere que ella lo sepa también, incluso si tiene que hacerlo super evidente, y sin darse cuenta a veces incómodo. 

Cuando Charlie le comentó de su hotel (que aparentemente no era la primera vez, pero él no le tomo importancia) simplemente le llamo una idea loca e inocente, su hija no sabía con lo que se metia, aun tenia un poco de esa creencia, pero quería ayudar a su hija, así que hizo lo mejor que pudo aun con sus dudas. 

Después llegó el día del exterminio, la intervención de la pequeña Serafin antes de que Adam fuera asesinado y la noticia de su destierro.

Lucifer duró 2 años pensando que Adam simplemente había sido desterrado y los pecadores en un acto de venganza lo matarían, así que no le dijo nada a Charlie, al menos hasta que lo encontró en el bar del Imp ¿Rober?, y lo vio tan solo y patético que se sintió mal por él, es decir, es el diablo, pero no se considera un monstruo, cometió errores y es un victimista pero no cree ser alguien malo, solo tiene muchos problemas.

Aun así no se atrevió a invitar a Adam, aun sintiéndose mal, decidió quedar al margen y solo comentarselo a Charlie para que se cuidara, con lo que no contó es con que Charlie en toda la bondad de su corazón trataría de dialogar con el mismo tipo que anteriormente había tratado de matarla.

Cuando ella llevó al primer hombre al Hotel después de que ella le preguntara y él se negara, lo tomó por sorpresa, Charlie no había confiado en su padre para que le enseñara sobre liderazgo, y lo que era peor, él no se molestó con que fuera su “archienemigo” quien le enseñara a su hija, prefería que fuera Adam y no el tipo Venado (como odiaba a ese sujeto). 

Aun con eso y con las actividades que Adam le ponía de reto a Charlie, Lucifer jamás bajó la guardia, pero noto también que Adam tampoco lo hizo, ni se molestó en esconder su desagrado y odio por Lucifer. Sería hipócrita decir que el sentimiento es mutuo, porque realmente no lo es tanto, si bien a Lucifer le desagrada Adam, nunca diría que lo odia, solo lo compadece (que bueno que Adam no lo sabe porque eso lo haría odiarlo aún más), no sabe por lo que paso, pero algunas actitudes son evidencias de inseguridades, él sabe como se ven. 

Tras analizar noches en el Hotel desde que se unió Adam, un pensamiento apareció, este era un Hotel de redención, y un pecador logró redimirse, muchos pecadores han mostrado avance por lo cual es algo funcional y viendo bien a Adam, sabe que incluso él se está “redimiendo” muy a su manera, entonces ¿Por qué no tener una oportunidad de redención? No para volver al cielo (eso jamás), sino para hacer las paces con su primer amigo, al final de cuentas tiempo les sobraba ¿No?

— ¿Quieres unirte al programa de redención? — preguntó Charlie sorprendida.

— Si ¿Es algo malo? — comentó Lucifer tratando de sonar indiferente aunque por dentro estaba nervioso.

La sonrisa de Charlie comenzó a crecer mientras entusiasmada sacaba su agenda — No, no, es perfecto, es un gran paso de hecho… No es por sonar mal pero ¿Que te hizo querer apuntarte? 

— Bueno… eh, ya sabes, cometí muchos errores y quiero… ¿Compensarlos? — trato de explicar Lucifer sin ver directamente a su hija, al armarse de valor y ver sus ojos brillantes esperando mas, Lucifer solo suspiro — Bien, supongo que ya eres una adulta capaz de entenderlo así que no tiene sentido ocultarlo — murmuró, para verla ahora directamente — Quiero reconciliarme con mi primer mejor amigo del Universo…

Charlie observó por un momento largo a su padre procesando su confesión — ¿Tu primer mejor amigo? — Lucifer asintió y dirigió su mirada más discreta al hombre que vitoreaba en el bar con Ángel y Husk, entonces Charlie lo entendió — Oh… Eso es tan bello papá, y estoy muy orgullosa de ti…

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Al principio los tratos seguían siendo muy pasivo-agresivos, especialmente por Adam que no daba su brazo a torcer y buscaba cualquier excusa para insultar a Lucifer, y Lucifer a veces respondía mordazmente y a veces callaba, aceptando el insulto. Sabía que le tomaría tiempo restaurar algo muy roto, pero le sobraba tiempo.

Lucifer sabia que Adam no era tonto, y este noto el cambio de postura de Lucifer, y se aprovechaba, sabia como hacerlo y lo hacia, Sera realmente lo habia malcriado. Ese no era su mismo amigo del Edén, pero Lucifer sería muy estupido si quisiera recuperar al mismo que conoció hace milenios, Lucifer quería hacer las paces con el Adam del Edén y aceptar al Adam actual.

Algunas semanas después de la prueba de liderazgo que Adam preparó para Charlie, Lucifer buscó hablar con el antiguo líder exorcista y darle las gracias por ayudar a Charlie a ser más firme.

— Hola eh… Adam, quería… ¿Puedo pasar? — la puerta se abrió y Lucifer lo tomó como una invitación.

— ¿Qué quieres Lucifuck? — preguntó Adam con un tono de fastidio mientras se preparaba para tomar un baño.

Lucifer tropezó con sus palabras al notar que había interrumpido a Adam en un momento importante así que trato de decir su punto rápido para salir y no interrumpir a Adam.

— Solo quería darte las gracias por ayudar a mi hija a ser una mejor líder… Ya… Ya sabes, si bien soy muy buen gobernante — Adam levantó una ceja ante esa declaración — Sé que no podría ser un instructor adecuado con mi hija y bueno, Gracias…

— ¿Terminaste? — Lucifer asintió y entonces Adam continuó — No me agradezcas, en serio, solo estoy haciendo ya sabes “Lo correcto”, al final de cuentas, como dije, ya no tengo nada que perder.

Lucifer tomó esas últimas palabras con pinzas, la verdad no había pensado en que tanto había perdido Adam al caer, es decir, él perdió mucho al caer, pero tenía a Lilith –ahora ni eso– dijo una vocecita en su mente, pero que Adam dijera que no tenía nada que perder.

— ¿No tienes, no se, hijos en el cielo? — preguntó con mucha curiosidad tratando de dar sentido a lo que decía Adam.

— Nah, me odian, estoy seguro de ello, es decir, en 10 '000 años solo unas veces me han visitado y hemos salido mal, así que… meh, y pues mis exorcistas digamos que ahora están en mejores manos… No es como que haya sido indispensable en 4 años… De todos modos no me afecta, tuve esos años para asimilar que mi existencia no importa, y aún estoy asimilando, así que si eso es todo, me voy a la ducha, si quieres quedarte o irte hazlo, es tu reino después de todo… — dijo para después entrar al baño.

Lucifer se quedó ahí en medio de la incómoda habitación, mientras veía que hacer. Salir o quedarse, porque lo que había dicho Adam le había sonado un poco preocupante.

Acercándose un poco a la puerta logró captar algo en el fondo del clóset, algunos papeles tirados y una libreta, probablemente una que Charlie le había dado.

Al tomar la libreta y abrirla se dirigió a la página que parecía haber sido escrita más recientemente: 

“Sabia que hacer una simulación completa sería un gran reto, desgastó mi energía, me molesta tener que haberle pedido ayuda a LuciFuck, es exasperante y huele demasiado a manzana ¡Que asco!” esa última cita molesto un poco a Lucifer mientras seguía leyendo, “como sea, al final funciono y quedo mejor de lo que esperaba, sabía que era poderoso, nunca pensé que tanto, si así fuera para controlar a su reino… como sea, Charlie es una niña genial, creo que si Lucifer y Lilith no se ponen las pilas les robare sus papeles (Hay papeles de registro en el infierno?) y la voy a adoptar” Lucifer soltó un suave resoplido de ternura, tenía un poco de envidia, pero también una felicidad genuina de saber que su hija había cautivado a alguien más.

“Entiendo por que Lilith decidió ir a la playa del cielo por al menos 7 años, aquí es una pesadilla, cada día un calor abrazador que ni con el baño más frío desaparece, lastima que con el simulacro ya no puedo hacer portales para ir a la Tierra, sino iria a una de sus playas, dicen que California tiene las mejores” Lucifer se sorprendió por dos cosas en esa hoja: 

Primero, al parecer ya sabía donde había estado Lilith; y segundo, parece ser que la energía de un ángel caído que anteriormente era humano era más limitada y requiere más carga que la de un ex serafín, no le sorprendía entonces que Adam solía dormir un poco más de la cuenta aunque los ángeles no necesitaban dormir.

Aun guiado por curiosidad, Lucifer siguió leyendo “Cuando veo que Charlie y Vaggie se abrazan o se dan cariño, siento que lo mejor que pude hacer por Vaggatha fue dejarla aquí, aunque las circunstancias no fueron las adecuadas, Lute decía que era una blasfemia, pero es mi diario y puedo decir lo que se me antoje, y yo creo que es caliente pero también tierno… diría que hasta envidia me dan” “Me di cuenta que no me queda un año como pensé, mierda, me quedan meses y si sigo asi semanas, tratare de no gastar mi energía en cosas inútiles, aun me falta ver a Charlie ascender al trono, Luci me dijo que en unas semanas planeaban una nueva invitación al hotel y unas dos semanas después su coronación, supongo que me iré a escondidas y solo dejare mi obsequio, aun estoy pensando…” Esa cita preocupó a Lucifer.

Despues de un rato comenzo a leer paginas mas antiguas de ese diario “Si tuviera una moneda por cada vez que alguien que quiero me traiciona tendría mucho dinero, pero por primera vez no vere a alguien que dice quererme obtener monedas, me pregunto si deberia volver a ser el mismo idiota, asi al menos estaria seguro de que no lloraran” “Sera decia que era mejor que te recordaran con cariño, yo digo que es cruel, ya no se que hacer ¿debería hacer que la coronacion quede mal? tengo recursos y nada que perder”, “Me pregunto ¿Cómo estará Lilith? hace cuatro años que no la he visto ¿Me echará de menos? solíamos hablar en la playa. Pensándolo bien, creo que no tenía opción, pero era agradable hablar con ella de manera tranquila después de tanta masacre, quiero que me extrañe” algo dentro de Lucifer se comenzó a estrujar conforme pasaba las hojas, hasta que el click de la puerta del baño se escuchó.

— ¿Qué estás haciendo? — preguntó Adam mientras veía al diablo encorvado y tras él varias libretas — Veo que aquí no conocen el término ‘privacidad’.

— ¿Qué es todo esto? — preguntó Lucifer tratando de que su voz no temblara.

— No creo que sea asunto tuyo… 

— Sabes que empezó siendo asunto mío desde el momento en que te mudaste aquí… — respondió ahora más mordazmente.

— No te preocupes por eso, no es tan malo…

— ¿No es tan malo? Literalmente tienes una nota con una fecha para desaparecer, planes de sabotaje y un plan suicida ¿Es alguna clase de conspiración? — dijo cada vez más alterado Lucifer.

Adam no parecía alterado ni nada por el estilo, mantuvo la calma mientras se acercaba y tomaba las notas, dirigiéndose a Lucifer y restándole importancia.

— Ustedes son muy dramáticos, es solo un diario, y siguen siendo ideas, mas no planes, hay una diferencia, no tienes de qué preocuparte, algunas de esas hojas las escribí cuando apenas entré aquí, muchas ideas han cambiado con el tiempo.

— Sabes que si las ideas evolucionan a planes pueden afectar a Charlie, afectar al Hotel, me afectan a mi… — esa última declaración los tomó por sorpresa a los dos pero Adam lo descarto al instante.

— No es para tanto, ya te dije… 

— No te creo… 

— Pues no lo hagas, pero ¿puedes dejarme en paz al menos? — dijo Adam ahora más irritado.

— No creas que esta discusión ha terminado, te estaré vigilando 

— Augh, que molesto…

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Si había algo que podía aclarar la mente de Lucifer, eso era una bebida, pero no estaba de humor para ir con Husk, menos si este estaba en medio de actividades con su hija y el resto del hotel, incluido Adam. Así que se dirigió al otro local que sabía que tenía buenas bebidas. Con Rober.

— Hola Rober, tiempo sin verte, ¿Cómo estás? ¿Todo genial verdad? Verdad… — dijo Lucifer tratando de verse lo más natural posible.

— Sea bienvenido majestad… ¿Se encuentra bien? — comentó el Imp tras la barra mientras limpiaba un tarro.

— Claro que estoy bien, mucho mejor que bien, estoy estupendo…

— ¿Qué bueno? Entonces ¿Va a pedir algo o…

— Oh sí… Ponme uno de los que me pusiste la primera vez que vine ¿Cómo se llamaba?

— ¿Apple Manhattan?

— Si ese… — tras un momento en el que Rober le preparaba su bebida a Lucifer, la mente del mismo comenzó a correr para buscar algún tema de discusión o algo que no lo hiciese sentir tan incómodo — ¿Entonces? Adam aún sigue viniendo ¿No?

— Eh… supongo, es uno de mis clientes más fieles a pesar de solo pedir malteada de fresa — comentó el Imp con una risa, mientras su mirada se desviaba un poco.

Lucifer siguió la leve mirada de Rober y ahí cerca en una parte del muro a un lado de la barra estaba sobre una placa dorada una foto de Adam, máscara puesta y tomando una malteada de fresa, y justo abajo una linea un poco comica “Este bar sirvió tragos a muchos, pero malteadas a una leyenda”.

— ¿Te pidió que hicieras esa placa aquí? — preguntó con curiosidad.

— ¿Eso? Oh bueno algo parecido, la verdad lo puse antes de que muriera, quería que al menos alcanzara a verla mientras seguía aquí… — mencionó Rober con una sonrisa mientras le entregaba su bebida a Lucifer.

Este por su parte sintió que su mundo se detuvo por un momento, debió haber escuchado mal ¿Verdad? — ¿Antes de que?

— Oh ya sabe su condición, no se todos los detalles, solo se que dijo que le quedaban a lo mucho unos meses…

— ¿Meses para que?

— Oh, supongo que no le ha dicho… Si, em, no se si deba decírselo, aunque técnicamente ya lo hice, pero pensé que como se había mudado con ustedes no se los ocultaria, creo que seria mejor que se lo pregunte directamente… — dijo el Imp incómodo mientras se alejaba para atender a otro cliente lo suficientemente valiente como para ir al bar en presencia de Lucifer, quien se había quedado estático.

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Después de esa revelación, Lucifer no dejo de notar que algunas cosas tenían sentido, Adam cada vez se veía más cansado, cada que pasaba dejaba residuos de polvo dorado y plumas se desprendían, ahora notaba que no estaba muy bien, casi no usaba sus poderes y se limitaba a hacer solo ciertas tareas, Maggie lo llamaba holgazán, pero él sabía que era algo más. 

Lamentablemente no había tenido tiempo de confrontarlo ya que siempre estaba acompañado u ocupado, lo que era peor, porque a ojos de todos era holgazán y eso era lo que quería que creyeran, pero para Lucifer era claro que no se estaba cuidando ni en sus últimos momentos, se estaba dejando morir.

Finalmente llegó su oportunidad y fue sin siquiera planearlo, mientras estaban en una actividad de dibujo, Charlie explicaba y varios notaron como Adam comenzaba a cabecear hasta que su cabeza cayó accidentalmente en el hombro de Lucifer despertando de golpe e incorporándose salvajemente.

— ¿Adam estás bien? — preguntó Charlie preocupada mientras veía la escena — Te ves cansado ¿Quieres que te lleve a tu habitación?

— No, no te preocupes Charlie, estoy perfectamente… — dijo Adam obstinadamente mientras volvía a agarrar el lápiz nuevamente para dibujar, pero Lucifer notaba como su mano temblaba levemente, incapaz de tomar firmemente el lápiz.

— Creo que deberías descansar, te ves un poco… como la mierda — expresó Ángel sin filtros.

Todos esperaron que Adam recriminara o dijera algo, pero para su sorpresa este parecía ido, en otro mundo, viendo el papel y el lápiz que no dejaba de temblar.

— Yo me encargo Char-Char, tú sigue con tu actividad… — dijo Lucifer mientras ayudaba a trasladar a Adam a su recamara a través de un portal.

— Bien, gracias pa’.

Una vez cruzaron el portal, Adam apartó a Lucifer de un manotazo y se alejó tambaleándose hasta su cama con un leve fastidio.

— Ni creas que te voy a agradecer — dijo molesto mientras se tumbaba boca abajo

— Ya no puedes ocultarlo… — mencionó seriamente Lucifer, ganándose una mirada fija de Adam, que se volvió cansada.

— Supongo que ya lo resolviste…

— Rober lo mencionó por accidente, ¿Por qué no dijiste nada? Podríamos haberte ayudado, dudo que Charlie lo deje pasar así como así… — dijo el diablo un poco más preocupado, mientras Adam se daba la vuelta y se quitaba su casco.

— Se llama Roger y NO, no quiero ese tipo de ayuda… Además, en este punto ya no tengo salvación… 

Lucifer observó un poco mejor el rostro de Adam, la verdad no la había visto desde la vez que le destruyó el casco en esa pelea de hace 4 años, viéndolo bien, noto por que usaba casco, era evidente que se estaba muriendo — Hubieras venido apenas sentiste que te desvanecias…

— Dudo que me hubieran ayudado… Especialmente tú… — mencionó Adam con una frivolidad milenaria que iba dirigida específicamente a él.

— ¿Crees que yo podría? — Adam levantó una ceja mostrando su expresión más escéptica — Está bien, lo admito, me habría burlado de ti, pero Charlie dudo que hubiera hecho eso, ella es demasiado buena, hubiera hablado con los ángeles, incluso haciendo una corte solo para salvarte

— La misma que mató a muchas de mis hijas… No gracias.

— Sabes que fue en defensa propia, y aun con eso, ella hubiera abogado por ti, es demasiado buena para su propio bien…

— Me doy cuenta — declaró el primer hombre con una sonrisa paternal.

Por un momento hubo un silencio incómodo, Adam sin querer ceder y decir más, y Lucifer preocupado por decir algo más, pero sin saber que.

— Entonces ¿Qué vas a hacer? — preguntó finalmente con incertidumbre.

— Lo de siempre, seguir ayudando a tu hija, hasta que al menos sea una líder decente y después simplemente despedirme e irme a morir solo, en un rincón de la tierra — contestó el primer hombre con indiferencia.

— No creo que alguien deba morir solo.

Adam no pudo evitar burlarse de su ex amigo — Aw, te preocupas por mí… — sin embargo, la respuesta de lucifer no fue la que esperaba.

— Claro que lo hago, eres una de las pocas cosas que me quedaban del Edén, por una vez pensé que estábamos volviendo a conectar y ser amigos o al menos conocidos que se hablan decentemente. 

Esa respuesta tomó desprevenido a Adam, su expresión lo delataba, había una clara señal de que creía en lo que decía Lucifer, pero también que le dolía creerlo, y ese pensamiento le dolió en el fondo.

— Dudo que me sea fácil perdonarte y simplemente dejar de odiarte… — declaró con total honestidad.

— Esa es la cuestión, pensé que teníamos la eternidad para hacer las paces — la desesperación se filtró en el tono de voz de Lucifer — Esto arruina todas esas posibilidades.

— Si te hace sentir mejor, ya perdone a tu hija y a mi hermana.

— ¿Hermana?

— Ya sabes, Lilith… Fueron 7 años interesantes…

— La verdad eso me hace sentir mejor, pero al mismo tiempo mal, porque yo seré uno de los que vea su reacción de dolor cuando se entere de que simplemente te desvaneciste en el viento.

— ¿No se lo vas a decir? — preguntó Adam confundido.

— ¿Quieres que se lo diga? 

Lucifer volvió su mirada directamente a Adam, en su expresión había confusión, dolor y compasión, pero sobretodo comprensión, sabía que Adam no era mal tipo y sentía que esa sentencia de muerte era cruel, si eso era lo que iban a hacer ¿Porque no hacerlo rapido en vez de dejarlo sufrir hasta que su alma se desvanezca?

Adam movió su mano dejando escapar mucho polvo dorado, mientras decía pensativo — Preferiría que nunca se enterara, que pensara que solo me fui a vivir otro tipo de aventuras… 

— Eso sería muy cruel ¿Sabes?

— La verdad, ya lo descarte, después de lo pasado no creo ser capaz de mentirle — admitió Adam con una sonrisa triste.

— Entonces solo vas a evadir la verdad… — Adam vio a Lucifer y eso bastó para contestar — Lo suponía, eres un mentiroso terrible, ya veo porque siempre tienes ese feo casco puesto — dijo ahora como una burla mientras apuntaba al casco que estaba en el buró a un lado de la cama.

— No es feo, es genial y combina con mi estilo — replicó Adam de manera dramática mientras hacía cuernos de rock y se jactaba de ser el mejor volviendo a su personalidad arrogante.

Lucifer sabía que ya no tenía el tiempo que deseaba y presumía tener, eso realmente lo puso triste, pero al menos podía intentar aprovechar lo que tenía, deprimirse no iba a salvar a Adam.

— Si claro, lo que tu digas — comentó como una burla, y con eso ambos comenzaron a reír.

Lucifer por primera vez en milenios volvió a escuchar la hermosa risa sincera de Adam, jurando que preservará ese momento por siempre en su corazón.

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Lucifer y Adam llegaron a la misma conclusión, el primer hombre tenía al menos hasta finales de ese año, irónicamente unos días antes del primer exorcismo liderado por su hijo. Sera y los demás ángeles del consejo le habían pedido a Charlie una nueva audición en 2 meses y para ese entonces ya tendría que tener al menos 20 reclutas dispuestos a rehabilitarse y estar en proceso de ser declarada reina.

Así que aquí estaban, frente a una multitud de pecadores, Charlie arreglada para hacer una nueva invitación a los pecadores a su hotel, esta vez con más confianza, un séquito que la seguía, y reglas establecidas.

— Muy bien perra, entonces ¿Estas lista? — dijo Adam con entusiasmo tras bambalinas, notando como el lugar se llenaba.

— Recuerda, es una conferencia hacia los nuevos miembros del hotel con el cielo observando, hazles saber quién manda, muestra tu autoridad, y no cantes… — sugirió Vaggie, tratando de darle aliento a su novia, evidentemente nerviosa.

— ¿Qué clase de consejo es ese?

— Ya fue suficiente con la primera vez que lo hizo, fue en una transmisión en vivo y fue la burla de los medios — dijo Vaggie con irritación hacia el primer hombre.

— Niña, no le hagas caso a Vagie, es una amargada y no sabe de la buena comunicación — Adam se acercó a Charlie y la rodeo por el hombro, alejandola de Vaggie — Ahora mira, consejo de la persona que fue más popular en el cielo, demuestra quien manda, si tienes que cantar, canta, pero muestra que tu mandas, aquí tienes a tus compañeros y tu padre está presente y te apoya incondicionalmente. Y aunque se que eres lo suficientemente grande como para pelear tus propias peleas, está bien pedir ayuda, si algo sale mal, ten por seguro que todos ellos te respaldan.

Charlie observó a sus aliados, aquellos que la habían acompañado desde el inicio, y su motivación se vio reconfortada, pero también mucha incertidumbre.

— ¿Pero qué pasa si los decepciono? 

— No es el fin del mundo, además dudo que los puedas decepcionar cuando prácticamente los ayudaste a sobrevivir una guerra y una hambruna — remarcó Adam con una sonrisa.

— Gracias — dijo ella, para después dirigirse a sus amigos — Gracias a todos, por estar aquí y apoyarme.

No bastaron palabras, solo miradas y sonrisas reconfortantes para que Charlie supiera que era tonto dudar de sus aliados, despues de todo estuvieron incluso en momentos muy bajos.

Cuando finalmente se dio por inaugurada la conferencia, Charlie mantuvo el porte, amable pero formal, y se presentó, dejando claro desde el ya sus límites.

— Primero que nada no voy a permitir que ninguno de ustedes me hable de manera irrespetuosa y me ridiculicen, segundo, se que muchos de ustedes aún no están convencidos, y lo entiendo, pero ya tenemos pruebas suficientes de que es algo posible, Sir Pentius lo logró y se que ustedes también.

— Que tierna, al parecer sigue creyendo que la seguiremos solo por buena voluntad — dijo un pecador random que al parecer solo había asistido, como muchos, para desatar el caos.

— Hace dos años dije que cada demonio tiene un arcoiris, ahora me retracto, no todos tienen salvación y no todos son buenos, deje de ser la princesa ingenua que creía eso, y también deje de ser a la que humillaran…

— O vaya, está sacando las garras la pequeña pe…

Charlie alzó la voz. — Me dejaras hablar ahora… — respiro y volvió a su porte — Mi invitación está aún en pie para todos, el hotel se ha convertido en zona anti exorcistas, pero eso no significa que solo te refugiaras mientras estás en los días E.

— Dudo que sea necesario, ya nos enseñaron públicamente en su espectáculo de hace 2 años que los exorcistas pueden morir con sus propias armas — intervino otro pecador.

— Se les olvida que no todos son guerreros, y también que tomando el hecho de que se tomaron 5 años para el próximo exorcismo, significa que se están reforzando y si atacamos entonces se desatará una guerra que lamentablemente no podemos ganar…

— ¿Cómo puedes estar tan segura pequeña perra.

Los residentes del hotel, Lucifer y Vaggie, realmente querían matar a esos tipos que demeritaron los esfuerzos de Charlie, si las miradas pudieran matar desde hace tiempo estarían en el punto de no retorno. Pero el más molesto era Adam, de verdad estos tipos subestimaban a sus chicas, y a su más reciente amiga ¿Como se atreven? La única razón por la que ganaron fue porque Lucifer se interpuso, porque a pesar de las bajas, los exorcistas les llevaban la delantera y eran muy adaptables.

— La guerra de hace 4 años la ganamos gracias a mi padre, Lucifer, pero si esta guerra involucra a todos, será una masacre, además ellos son serafines y arcángeles con millones de años de experiencia, ante los que quedamos muy pequeños…

Las palabras de la princesa fueron francas, directas y sin necesidad de suavizar, vaya, Adam estaba super orgulloso de haberle enseñado a cómo hablar con un público difícil. 

Lucifer quería realmente que Lilith estuviera ahí, para compartir juntos este momento, su bebe ya era una adulta que no se dejaba pisotear. Supuso que después de esto tendría que volver a agradecerle a su viejo amigo, lo que sea de cada quien, supo cómo enseñarle a ser una líder, al menos decente.

— Aclaro que siempre los apoyaré, pero seré clara. Si te alojas en mi hotel no habrá renta de alquiler, no habrá nada que comprar, tendrás tu propia habitacion con servicios incluidos, pero tienes que participar en las actividades, y también habrá un límite, si después de 5 años no hay un avance aunque sea mínimo nos veremos en la obligación de expulsarte, independientemente del día E. Los amo pero también sé que no son inocentes, los ayudo con la bondad que me sobra, pero la amabilidad también tiene un límite…

El público comenzó a murmurar, preocupados por las palabras de la princesa, había un silencio muy tenso, aquella no era la misma princesa de hace años en TV.

Charlie entonces sonrió y volvió a hablar con más esperanza.

— Sin más que decir, TODOS SON BIENVENIDOS A MI HAZBIN HOTEL — dijo seguida de fuegos artificiales que ella misma invocó.

Aquellos mismos fuegos que siempre alertaban que los días E terminaban, daban la bienvenida a una posible salvación.

Por un buen momento hubo silencio, hasta que un pecador comenzó a aplaudir, después fue una reacción en cadena y comenzaron los aplausos y vítores, muchos gritando con entusiasmo, algunos más apuntandose al plan, otros simplemente siguiendo el juego.

— SI, ESA ES MI AMIGA… — gritó Adam con entusiasmo, abrazando al primer ser miserable que se le atravesó en el camino, que resultó ser Vaggie — Ah emm yo… supongo que te dejaré aquí… — dijo después de soltarla y dejarla en el suelo, vaya, eso fue incomodo.

— No volvamos a hablar de esto.

— Estoy de acuerdo.

— ¿Por qué haces esto? — pregunto Vaggie de forma dura, pero también con el impulso de querer explicarse — No es que no lo agradezca ni mucho menos, solo quiero saber ¿Por qué?

— Bueno, sorpresa, tengo algo parecido a un corazón… — la mirada penetrante de Vaggie lo obligó a continuar — La cosa es que esa niña no es tan horrible como sus padres, y admito que fui un poco, muy, culero con ella, así que quiero compensarlo… Pero ni se te ocurra llamarme blando.

— No se si te pueda creer.

— Es entendible… — Tras un gran rato de silencio, Adam vio el momento oportuno y decidió hacer algo que había querido hace un tiempo, era ahora que no pensaba racionalmente — Oye, lamento no hacer nada cuando Lute te sacó el ojo y prácticamente te desterró. En ese momento, estaba tan envuelto en mi propio odio que ni siquiera pensé en quién más estaba pagando el precio. Y no espero que eso cambie nada, pero… lo lamento.

— No esperes que te perdone solo porque…

— No te estoy pidiendo que me perdones. Si quieres odiarme para siempre, adelante. Solo digo… que aunque no lo creas, me arrepiento.

— No se que decir…

— Hey, sé por experiencia que una disculpa no basta para exhumar los errores, pero es un comienzo para sanar, tanto para quien se disculpa, como para la víctima — respondió Adam con una sonrisa suave, mientras su mirada se desviaba un poco hacia Lucifer, Vaggie no pudo evitar notarlo.

— ¿Por qué no eras así de sabio cuando trabajaba para ti?

— Siempre he sido sabio. ¡Duh! Tengo 10 '000 años de experiencia — contesto ofendido.

— ¿A si? ¿Algún consejo sabio, oh señor sabio de 10 '000 años? — Vaggie decidió seguirle el juego por un momento.

— Después de 10,000 años de existencia brillante y gloriosa, o sea, la mía, he descubierto el gran secreto de la vida es… improvisar . Nadie tiene idea de lo que está haciendo, solo que algunos lo actúan mejor que otros. Así que relájate, sonríe y haz lo que se te ocurra con confianza.

— Eres de lo peor — dijo soltando una leve risa.

— ¡Oh, qué horror! Otro que se da cuenta. 

Esa fue una muy buena conferencia, algunos de los pecadores presentes se habían anotado, el cielo parecía estar de acuerdo con el progreso, y a solo unos meses del exorcismo.

Chapter Text

“Esto estaba muy mal, no había explicaciones, Adam no pudo haberse arrepentido.”

Esas fueron las palabras que Vaggie comenzó a repetir después de la disculpa de Adam. Desde que llegó al hotel, ella mantuvo la guardia en alto, ese tipo no era de fiar. Pero después poco a poco logró acercarse y hacerse amigo de Charlie, esto era inaudito, Adam no puede ser amable.

Trató de vivir en paz con la idea de compartir techo con el enemigo, al final lo que hacia lo hacia por Charlie, no mentiría si dijera que no hubo altibajos, pero Adam había bajado la intensidad de su carácter, no la molestaba activamente como ella esperaba, y estaba bien, no quería lidiar con el.

Pero entonces llegó ese fatídico día, ese día en donde Charlie volvió a anunciar su hotel, y donde descubrió por mano propia lo sincero que era Adam.

No fue gran cosa, pero es realmente sorprendente, una línea llena de orgullo y felicidad que ella misma podía compartir 

“Esa es mi amiga”

Y haberlo dicho con tanta euforia y que inclusive la felicidad le haya cegado como para abrazar a la primera persona que estaba a su costado. Pero lo que más odio a Veggie fue, que Adam le pidió disculpas.

Todo su destierro pensó que nunca llegaría ese momento, soñó con que en algún momento ella sería la que lo obligaría a disculparse y pedir clemencia mientras ella se alzaba y romana su venganza. Nunca esperé que la disculpa viniera de esa manera, tranquila, honesta y sin justificación.

Pero eso no podía pasar, así no debían pasar las cosas, tendría que haber un truco, porque de no haberlo, entonces ¿Qué sentido tenía?

Con eso en mente, Vaggie tuvo una recaída, en los años que había vivido en el infierno, conocido a Charlie y manejado el hotel, había aprendido a relajarse un poco más. Tuvo que aprender que si bien es el infierno, no todos están precisamente en tu contra.

Pero aquí estaba ahora, en la sala principal, despeinada, agotada y con un diagrama, paseando de un lado a otro, tratando de buscarle sentido. Adam tramaba algo, quería hacerle algo a Charlie. Ella estaba segura.

El resto de los miembros del hotel, guiados por la curiosidad, observaron lo que el antiguo ángel exorcista hacía. Cierto, Adam había logrado embelesarnos a ellos también, pero ella no va a caer en sus fauces. Ella es mejor que esto.

— Sé que él está planeando algo… — murmuraba Vaggie buscando una explicación.

— Creo que estás siendo paranoica nuevamente Vags… Es decir, el tipo literalmente creó una realidad para mejorar el autoestima de Charlie — comentó Angel.

— Ustedes no lo conocen como yo… Literalmente me abandono aquí y el… Augh — no tenía sentido explicarles, ellos probablemente pensarían que estaba exagerando, otra vez volvía a sentirse impotende, con nadie de su lado.

— Creo que alguien necesita relajarse aquí… — volvió a comentar con un tono más burlesco Angel.

— Fue porque le pidió disculpas — dijo Husk, quien había visto todo desde la distancia de su bar.

— ¿Qué? Eso no tiene nada que… — intentó defenderse Vaggie, pero Ángel solo rió y agregó con una risa.

— Ohh, ¿Son tus Daddy Issues?  

— Adam no es mi padre, solo era un pendejo arrogante que nos creó y nos hizo su ejército de cerebros lavados… — justificó nuevamente Vaggie, conteniendose para no lastimar al pecador que seguía hablando sin saber nada de ella.

— Suena a que era tu papi y que al pedirte disculpas no sabes cómo actuar.

— Vete a la mierda, Ángel — grito Vaggie, saliendo de la sala molesta. 

Estos pendejos ya lo verían, ella les demostrará que no está siendo paranoica, Adam estaba tramando algo, y cuando lo descubra, volverán pidiendo perdon. Pero primero tenía que buscar algo que delatara la gran mentira de Adam.

Sin haber encontrado nada, y con la habitación de Adam aparentemente reforzada de las puertas y ventanas para evitar fisgones después de que aparentemente Lucifer había violado su privacidad, a palabras de la misma Charlie. Vaggie tuvo que acudir a uno de los miembros del hotel que sabía que podría ayudarla. Alastor.

Al parecer cuando los conjuras realmente aparecen, porque no tuvo que buscar más allá para encontrar al demonio de la Radio, que aparentemente ya la había anticipado.

— ¿Necesitabas mi ayuda, querida? — dijo ALastor con su habitual tono de voz de locutor.

Vaggie se acercó y con una mirada amenazante comenzó a susurrar, observando que no había muros en la costa.

— Mira, no me caes bien, y se que el sentimiento es mutuo, pero ambos compartimos el desagrado por Adam, y se que aunque no lo muestres te importa el desarrollo del Hotel…

— ¿Qué estás sugiriendo? — la sonrisa de Alastor comenzó a alargarse mientras entrecerró los ojos con interés.

— Se que vigilas de cerca a cualquier individuo que se aloja en el hotel y no sueles intervenir a menos que signifique un entretenimiento para ti.

— Esa es una suposición correcta, querida. Pero ¿A qué quieres llegar con esto? — Alastor se inclinó hacia delante sosteniendo la mirada en Vaggie, cada vez más interesado.

— Se que probablemente no me creas, como los demás, pero estoy segura que Adam trama algo…

— Oh querida, definitivamente trama algo — mencionó el demonio Radio, añadiendo más leña al fuego, y con una sonrisa claramente burlona: del tipo “Yo se algo que tu no”.

— Lo sabía — exclamó en un susurro victorioso Vaggie, para volver su atención al hotelero — Entonces ¿tienes algo que pueda usarse para delatarlo?

— Tal vez sí, tal vez no, todo depende de lo que yo obtenga a cambio…

Debió haberlo anticipado, era obvio, Alastor no ayudaría a menos que obtuviera algo a cambio. Maldito cabrón. Pero en ese momento ya no importaba mucho, al menos ya tenía la seguridad de que Adam tramaba algo, y siendo Adam seguro sería algo malo.

— ¿Crees que soy tan tonta como para hacer otro trato contigo? — se defendió Vaggie.

— Parece que no estamos en la misma sintonía entonces. En ese caso, creo que no puedo decirte lo que sé, pero podría darte una pequeña pista.

— Cualquier cosa me sirve. 

— Hay un solo miembro que puede entrar a todas las habitaciones… — una vez dicho eso el demonio de la Radio se alejó al sonar de un Jazz que se reproducía en su micrófono. 

— Nifty…

Encontrar a la pequeña sirvienta resultó más difícil de lo que pensaba, Nifty podría parecer desquiciada, y probablemente lo era, pero era buena en su trabajo, por ende encontrarla limpiando no era sorpresa, pero tomaba tan en serio su trabajo que incluso habitaciones que estaban desalojadas eran limpiadas.

Vaggie encontró a Nifty en una de esas habitaciones, sin  perder tiempo, la comenzó a interrogar, realmente quería destapar al traidor antes de que tuviera tiempo siquiera de hacerle algo a Charlie o a su hotel. 

Si tuviera pruebas, podría convencerlos a todos, inclusive a Lucifer de que Adam realmente es un ser irredimible. Que realmente merece ser abandonado en este lugar, en las calles del infierno.

— ¿Un secreto? oh si… el chico malo tiene un gran secreto — dijo Nifty con una sonrisa que parecía inocente.

— ¿Sabes más detalles?

— Oh sí, robé de su habitación documentos, líneas de tiempo, plumas opacas y muchos papeles con planes, son mi colección más personal. Al parecer planea algo grande para la coronación de la princesa.

Entonces el cabrón no solo le mintió a Charlie, el desgraciado quería arruinarle su celebración de coronación. Estaba en lo correcto al no confiar en él, nunca debían fiarse de un ángel. 

— ¿Puedes mostrarme lo que tienes? — pidió el ex ángel. Nifty asintió con la cabeza y se escabulló.

Un rato después Nifty regresó con muchas cosas que podrían considerarse basura, para ser una sirvienta obsesionada con limpiar, parecía tener actitudes de acumuladora. ¿Cuántas cosas de los miembros del hotel podría tener? Después se encargaría de eso, por ahora era importante las pruebas.

Hojeando cada hoja, Vaggie noto muchas cosas preocupantes, al parecer Adam había hecho varios planes, había cartas y listas sospechosas, los nombres de los integrantes en algunas, seguidas de palabras como “Neutralizar” o “Eliminar”. Pero la que más le llamó la atención fue la línea de tiempo que señalaba una fecha específica. La coronación de Charlie, y un círculo que decía “Final definitivo”.

— Lo sabía, esta es la evidencia que necesitaba — y con evidencia en mano, Vaggie se dirigió con Charlie y los miembros del Hotel.

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Adam llegó al hotel seguido de Lucifer, regresaban de tomar en el Bar de Roger, y parecía que volvían a llevarse bien. Pero eso no duraría, una vez que viera las pruebas, era seguro que Lucifer acabaría y echaría de una vez a Adam.

— Hola, perdedores… — dijo Adam animadamente siendo recibido por miradas molestas y un gran silencio desconcertante — ¿Qué pasa?

— Adam… ¿Qué es esto? — Charlie sostenía un fajo de papeles arrugados — Desaparecer, destruir evidencias, marcar nuevos ciclos… ¿Planeabas traicionarnos?

— ¿Cómo obtuvieron eso? — preguntó Adam,  con un tono de molestia al reconocer lo que Charlie sostenía en sus manos.

— No importa cómo — respondió Vaggie, avanzando con la lanza en alto — Lo importante es que ibas a perjudicarnos.

— Creí en ti, Adam… —Charlie lo miraba con una mezcla de ira y decepción — Pensé que habías cambiado.

— Charlie, déjanos encargarnos de esto… — intervino Ángel, desplegando su arsenal de armas angelicales.

— Oh, por favor… — Adam se cruzó de brazos — Ni siquiera saben lo que significan esos papeles.

— No necesitamos un diccionario para ver qué estás tramando algo — replicó Vaggie, su voz afilada, aún apuntando con su lanza — La coronación de Charlie marcada como Final definitivo . Una lista de “objetivos” con su nombre en la cima. Cartas a tus viejos aliados… Todo encaja.

El silencio cayó sobre la sala… hasta que Lucifer decidió intervenir, dando fin a la tensión.

— Muy bien… ¿Qué está pasando aquí?

— Su majestad, encontramos esto en la habitación de Adam — dijo Vaggie, extendiendo las hojas — Es evidencia suficiente.

Lucifer hojeó los papeles. Para sorpresa de todos, en vez de sorpresa o enojo, soltó un suspiro cansado y miró a Adam con una mezcla de frustración y cansancio.

— Te dije que mejoraras tu seguridad — murmuró.

— Y lo hice… o eso creía — Adam apretó la mandíbula — Pero parece que en este lugar “privacidad” es una palabra vacía.

— ¿Tú sabías? — Charlie miró a Lucifer con incredulidad — ¿Planeabas traicionarnos también?

— Yo no — Lucifer alzó las manos — Pero no soy yo quien debería explicarlo.

Los ojos de todos se clavaron en Adam. Él se mantuvo en silencio unos segundos, como si pensara cada palabra. Soltó un suspiro exasperado y finalmente habló:

— No quería que nadie supiera, y mucho menos de esta manera. No porque sea un secreto de estado, sino porque… no quería que me miraran con lástima.

— ¿De qué demonios estás hablando? — preguntó Vaggie, sin bajar la guardia.

Adam tomó aire y soltó, sin rodeos:

 — Ese “final definitivo” no es el fin de ustedes. Es el mío… — Adam se quitó un guante mostrando cómo sus dedos comenzaban a desmoronarse como pilas de arena — La verdad me estoy desvaneciendo, y según mis cálculos, me queda hasta el día de la coronación de Charlie.

El silencio que siguió fue tan denso que casi dolía.

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No fue una explicación muy linda, no buscaba serlo. Adam quería evitar esto por meses, aun más desde que descubrió que le quedaba menos tiempo del que pensaba, hacer esa simulación realista le costó mucha energía vital, pero eso no tenía que saberlo Charlie.

Vaggie aun sin estar convencida cuestionó los papeles, el calendario, las listas. Adam contestó todo con total honestidad, las listas en realidad eran observaciones, palabras como neutralizar, eran más lenguaje coloquial de Adam. 

Para todos después de un momento de procesar quedó claro, un hombre en fase terminal los estaba ayudando. Podría estar preparando su funeral o hundiéndose en la autocompasión, pero el tipo dijo: “Al diablo” y aquí estaba.

— ¿Esto era lo que escondías? ¿Desde cuándo? — dijo Charlie con horror.

— Ya tengo 4 años con esto, no hace falta que te preocupes niña — trató de tranquilizarla el primer hombre.

— Claro que me preocupo, eres mi amigo… Lamento haberte acusado sin fundamentos ¿Crees que hay algo que pueda hacer? Pue-Puedo hablar con Emily, tal vez ella pueda…

— No hace falta Charlie, ya es muy tarde para mí — Adam miró fijamente a Charlie, con resignación.

— Mierda… — se escuchó a alguien murmurar de entre la multitud.

— ¿Cuánto tiempo crees que te queda? — pregunto Husk.

— Un año… tal vez menos — comentó Adam, dirigió su atención del pecador a Charlie y agregó — Sé que no puedo abrir portales si quiero llegar hasta tu coronación con vida, eso es una respuesta ¿Verdad?

— ¿Es culpa mía? 

El tono de la princesa fue muy débil, culpable, afectado. El corazón de los ángeles caídos se encogió al pensar en la culpa que sentía Charlie, pero Adam no la dejó continuar con ese pensamiento.

— No, no… — Adam se acercó a Charlie, tomándola del hombro y abrazándola de costado — Escúchame bien niña, no quiero escuchar nuevamente que te culpas por algo que no tiene que ver contigo, este es mi castigo y esto es lo que me tocó, yo mismo me lo busqué. Y no me arrepiento — sonrió de una manera sincera — Si esto no me hubiera pasado no te habría conocido realmente.

— ¿El rey bajito lo sabía? — comentó Angel Dust.

— Lamentablemente lo descubrí hace apenas dos semanas… Adam no quería que dijera nada así que respete su decisión, era lo menos que podía hacer para compensarlo.

— Pero siento que apenas estaba comenzando a conocer al verdadero tú — dijo Charlie aun cabizbaja. 

— Hey, aun tenemos tiempo, no te enfoques en lo que será, mejor aprovechemos lo que tenemos ahora…

Charlie realmente quería poder hacer algo por Adam, tal vez lo haría a sus espaldas para no molestarlo, pero en este momento, solo podía verlo sonreír y darle ánimos. 

Ese era el verdadero Adam, un hombre que al parecer ocultaba sus problemas en pos de los demás, estaba muriendo y aun así le estaba dando ánimos a ella.

Charlie respiró hondo y reunió todas sus fuerzas para sonreír lo mejor que pudo y contestar.

— … Está bien.

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Una vez que se calmaron las aguas y todos asimilaron todo, las cosas se volvieron relativamente normales, algunas pequeñas disculpas, pero nada realmente emocionante.

Vaggie por su parte no sabía qué opinar, esto podría ser una trampa, Adam podría estar mintiendo. Aun quería aferrarse a eso, porque admitir que moriría significaba muchas cosas.

— Vaggie, se que tienes problemas con él, y no tienes que hacerlo si no te sientes cómoda, no te voy a obligar, pero tal vez podrías intentarlo… — había sugerido Charlie esa noche antes de ir a dormir.

Y aquí estaba Vaggie, frente a la puerta del ser que más odiaba, la verdad es que no quería llegar a una conversación real con él. Realmente lo hacía por Charlie.

La puerta se abrió después de un momento, Adam se quedó estático al otro lado de la puerta, viendo a su ex exorcista de pie.

— Vaggie… ¿Qué haces aquí? — preguntó Adam confundido, mientras observaba a su alrededor — Mira, si no quieres creerme esta bien, no te voy a obligar a…

— Lamento haber actuado a tus espaldas… — Vaggie lo interrumpió, antes de arrepentirse de su elección.
— No te disculpes, tenías buenas intenciones — desestimó el primer hombre, quitándole importancia.

Un silencio demasiado incómodo se abrió paso, ninguno de los dos dijo nada, no sabían qué decir. Adam trató entonces de mejor abrirse paso e ir a donde planeaba ir antes de encontrarse a Vaggie. Vaggie por su parte se mordió el labio, pensando en que mas decir antes de que surgiera la pregunta incómoda sin meditarla.

— Entonces… ¿realmente vas a morir?
Adam volvió la mirada con una sonrisa cansada.

— Eso parece.

— Qué gracioso. Hace unas horas estaría feliz, bailando sobre tu tumba con una copa en la mano… Pero ahora solo pensar en eso me revuelve el estómago.
Adam se encogió de hombros con humor en su voz, tratando de aligerar el ambiente.

— No te culpo. Yo también lo habría hecho.
Vaggie no sabia que mas agregar, tenía muchas preguntas, pero ninguna cuya respuesta sintiera que le fuera a gustar. Al fin tenía lo que quería, su enemigo iba a morir, pero, algo no se sentía correcto.

Adam finalmente decidió alejarse, tenía otra lección que darle a Charlie, y no quería perder tiempo con cosas sentimentales como su muerte inevitable.

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— ¿Alguna vez pensaste en una segunda muerte? — preguntó uno de los miembros del hotel.
— ¿Quieres la verdad? — preguntó Adam, dirigiendo la mirada a este pecador en particular, cuando este asintió con algo de duda, Adam sonrió —  La inmortalidad es aburrida.
— Estás bromeando…
— No. Habló completamente en serio, cuando eres inmortal todo pierde sentido, se vuelve monótono porque al final, puedes salirte con la tuya sin verdaderas consecuencias. La magia de la vida es que es efímera — Adam guardo silencio en su reflexión, observando atentamente un punto solitario, casi disociando.

Cuando finalmente despertó de su disociación, noto que la mayoría lo miraba con una expresión extraña, Adam quería pensar que no era compasión, porque eso le daría mucho coraje, no merece compasión, y tampoco la quiere, está bien. Muchas gracias.

— ¿Por qué me miran así? ¿Se están preocupando por mí? — agregó con un tono burlón.

— No digas idioteces.

— Pensé que no me iban a extrañar.

— Será difícil no extrañarte, es decir, si, intentaste matarnos, pero también cuentas anécdotas a toda madre — dijo Angel.

— Sí, supongo que soy genial…

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— Algo te preocupa… — dijo Charlie tras ver a su novia distraída y con una gran mueca de angustia.

— ¿Se nota mucho? 

— Ven, vamos a sentarnos y podremos hablar, Adam llevó a los demás a visitar el bar de Roger… El Hotel es para nosotras — Charlie dirigió a Vaggie al sofá mientras le guiñaba un ojo.

— A veces me pregunto que hice para merecer una novia tan genial como tu… 

Charlie sonrió y colocó sus manos sobre las de Vaggie.

— ¿Qué te molesta?

Vaggie apartó un poco la mirada, abrió la boca varias veces para expresar su pesar, pero sin saber que decir, hasta que finalmente se centró en sus manos estrechadas a las de Charlie.

— Es, solo que… No se que pensar de la muerte de, ya sabes quien… Solo sé que me molesta, supongo que no soy mejor que él…

— Hey, mirame Vaggie — Charlie acunó el rostro de Vaggie en su mano — Se que es difícil, para mí también lo es… ¿Por qué te molesta? No tienes que decirlo si no quieres.

— Es que… siento que todos lo quieren, incluso tú. Mientras tanto, siento que me retratan de villana por no soportarlo.

— Oye, no tienes que obligarte a que te caiga bien, estás en tu derecho de odiarlo, eso no te hace una mala persona.

Vaggie no sabía que agregar, era complejo. Observó el rostro paciente y amable de su novia, cielos, era perfecta, se acurruco con ella, y juntas disfrutaron del silencio del hotel solitario.

Tras una tarde de descanso para el par de noticias, casi al anochecer se escucharon algunas voces acercándose, una más motora que las demás.

— Oigan el hecho de que me este muriendo no quiere decir que me traten como un incapacitado, aún soy muy capas de moverme y ser genial.

— No te tratamos de incapacitado, solo te recomendamos que dejes de usar magia — replico otra voz.

— Supongo que tienes razón… Entonces te dejaré el área de la magia, Luci — dijo Adam mientras abrían las puertas del hotel.

— ¿Yo? oh… Ok, cuenta conmigo. Solo dime lo que quieres que haga… — agregó Lucifer con una sonrisa.

— Chicos, que bueno que regresaron, ¿Que les pareció Roger? — preguntó Charlie con entusiasmo.

— Hace buenos tragos… casi tan buenos como los de Husky.

— He encontrado un digno oponente — agregó Husk.

— Genial…

El resto fue una charla animosa entre los miembros, respecto a su dia, cosas efímeras que te hacen apreciar esos momentos.

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— ¿Alguna vez contemplaste atacar al hotel? — preguntó un miembro del hotel con curiosidad, llamando la atención de los presentes que eran pocos, entre ellos Vaggie.

— Si, una vez hace 4 años… — contestó Adam con honestidad despreocupada.

— ¿Y qué te hizo cambiar de opinión?

— La muerte de Lute, mi linda psicópata…

Adam sonrió con algo de cariño al recordar a su más fiel exorcista.

— Escuche que fue expulsada… La verdad no me importaba saber qué fue de ella después, la había dejado tanto de lado que no pensé en el por qué no estaba tras de ti como tu achichincle.

Adam bajó la mirada, más serio, reflexivo. Pensó en el “hubiera” muchas veces, durante 4 años. Muchas realidades imaginarias terminaban con su inevitable muerte, pero no le importaba, si eso significaba que sus hijas sobrevivieron. 

— Si, bueno, le hice una linda tumba en el reino humano… era un lugar al menos más noble que aquí, también me dedique a hacer algunos sacrificios y sacar a mis demás hijas muertas (o lo que quedaba de ellas) del infierno y darles sagrada sepultura.

— Me parece ofensivo, porque si yo hubiera muerto aquí, me hubieras dejado… — comentó Vaggie con molestia. 

— En ese entonces realmente no creía que pudiéramos morir. Pero no es justificación para lo que te hice… Es raro, cuando amas tanto algo o a alguien lo das todo por esa persona.

— Tu nunca diste todo por nosotras.

Vaggie tenía un punto, y Adam lo sabía, cuando aún era comandante nunca se preocupó por ellas, solo por él. Claro ejemplo con el último exterminio.

— No — dijo con un tono más resignado — Siempre sentí que no valía la pena, desde que entré al cielo, nunca volví a darlo todo por alguien, sentía que el final era predecible. Alguien te traiciona. 

Hubo un silencio tenso tras un rato, donde nadie agregó nada. Entonces Adam se quitó su casco, dejando ver su rostro a los demás. Era la primera vez desde esa simulación que los miembros veían el rostro de Adam, aún era difícil acostumbrarse, además Adam no uso glamour para verse “normal”, por lo cual era notable su estado cansado.

— Como dije, no justifica lo que hice, lo sé.

— Entonces, ¿Tuviste que perder a Lute para recapacitar? — comentó nuevamente Vaggie — ¿Sigues creyendo que cometí un error al perdonar a esa niña?

— Definitivamente cometiste un error, pero yo también lo hice, mi enfoque no fue el mejor, debí ser más indulgente. Al final de cuentas, siempre eras eficaz, un simple desliz no debería quitar los demás logros que obtuviste — soltó una risa irónica — Te aplique la que me aplicaron en el Edén.

— No es gracioso, Idiota.

— Lo sé… Yo mejor que nadie debería conocer el sentimiento… pero oye, no estás TAN equivocada en apoyar a Charlie, reconozco que, viendo un poco a algunos de los presentes de este hotel, no todos están tan perdidos… Me alegra en cierta forma.

Los presentes intercambiaron expresiones sorprendidas, pero también sonrisas genuinas, incluida Vaggie. Esa plática pasó a segundo plano cuando Charlie entró con entusiasmo para proponer su nueva actividad, y todos se vieron “obligados” a participar.

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Habían pasado algunas semanas, cada dia mas cerca de la coronación oficial de la princesa, Adam cada dia se sentia mas debil, comenzó a empeorar con el tiempo, ya todos conocían el secreto así que ya no hacía falta fingir, cada vez estaba mas cansado, mas demacrado, algunas veces no salía de su habitación. Lucifer y Charlie lo visitaban en esos días, sabiendo que Adam realmente odiaba estar solo, y en esos momentos platicaban y se ponían al corriente, al menos ya Adam no le decía a Lucifer que lo odiaba cada 5 segundos, para él era suficiente. 

En otros días, Adam reunía fuerzas para seguir ayudando con el liderazgo de Charlie, no podía permanecer mucho tiempo de pie, tal vez sus pies ya habían comenzado a desvanecerse. Pero eso no sería impedimento, no lo fue en vida y no lo será en su muerte.

— Adam ¿Estás seguro de que no necesitas un descanso? — preguntó Charlie en una ocasión, al verlo jadeando del cansancio.

Adam levantó el dedo índice con una mano, una señal de que le diera un momento, después de 3 respiraciones profundas, Adam se “recuperó” y hablo.

— Estoy bien, solo algo de presión, este sitio es muy alto… Como sea, ¿En que estábamos?

Charlie siendo como era, no quería que Adam se esforzara demasiado, le había enseñado mucho y sabía que aún le faltaba aprender demasiado, Adam tenía poco tiempo y se esforzaba sin descansar hasta que Charlie al menos aprendiera lo más básico, y lo más básico era demasiado, según Adam.

— Amigo, creo que deberías descansar… — dijo Ángel con preocupación.

— Les digo que estoy bien, puedo con esto — siguió insistiendo el hombre.

Charlie odiaba verlo así, pero sabía lo necio que podía llegar a ser. Una idea rondó su mente y decidió usar uno de sus conocimientos con su maestro.

— No, no estas bien asi que vas a descansar, no puedes ser de ayuda si estás al borde del colapso, tal vez haya otro tipo de lección que me ayude y que no implique que te esfuerces.  

Adam se cruzó de brazos con desafío, pero al ver la determinación y preocupación de la princesa, finalmente cedió. 

— Bien… Al menos me siento satisfecho de que aprendieras a ser más firme y menos permisiva — agregó con una sonrisa.

Charlie celebró y cambiaron el tipo de lección.

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Después de un tiempo Adam ya no pudo salir del hotel, al menos no sin compañía. No porque no quisiera, era porque la verdad al menos antes tenía la fuerza suficiente para dar pelea, aún había pecadores que lo querían muerto. La razón por la que en el bar de Roger casi nadie se le acercaba, fue porque en los primeros años a cualquiera que quisiera dañarlo con acero angelical le tocaba una paliza brutal, Adam ya no estaba ligado a las normas del cielo, ya se había resignado, y lo mejor que podía hacer en esos casos era dejarse llevar, libertad era libertad.

Pero ahora, ni siquiera podía blandir bien su hacha, aún tocaba riff mortales, pero incluso eso se volvió doloroso para sus manos después de un tiempo. Y estaba más limitado de magia, si quería llegar a la coronación de Charlie con vida, debía reducir su uso, y defenderse de pecadores consumía mucha magia. Magia de invocación de objetos para ser exactos.

— ¿Y cada cuanto viene Emily? ¿Qué cuentan de allá arriba? — preguntó con curiosidad y con intención de sacar platica.

— Son contadas las veces que ha venido, y siempre es con una escolta exorcista, desde que el cielo cerró sus puertas todo se volvió más estricto respecto a entrada y salida — dijo Charlie algo incómoda de recordar la causa de la cerrada de las puertas.

— Escuche chismes y rumores sobre las causas, la verdad seguía enojado con el cielo por usarme de chivo expiatorio y expulsarme, así que decidí refugiarme en la Tierra y planear una posible venganza. ¿Por qué cerraron exactamente sus puertas? — preguntó con genuina curiosidad el primer hombre.

— Fueron años oscuros para el hotel, al parecer temían una rebelión y razón no les faltaba, un Overlord enfermo de poder comenzó una revolución o más bien culto… — dijo Vaggie con una mueca.

— ¿Tan malo fue?

Los presentes que vivieron esa situación se miraron entre ellos con incomodidad, la verdad es que preferían no hablar de eso. Hubo nuevos miembros, pero hubo más pecadores dispuestos a declarar la guerra al cielo y matar ángeles, algunos se embriagaron de poder y terminaron muy mal. Charlie no fue la mejor tomando decisiones y pero no se arrepiente de sus decisiones en ese momento, lo mejor que pudo hacer fue ignorar a Vox y centrarse en lo que era su proyecto. 

Aun así no se sintió aliviada de que sus decisiones fueron las que le mostraron a los pecadores que los ángeles podían morir y orillaron al cielo a cerrar sus puertas y aun con eso, no bastó para cancelar los exterminios, al menos los habían recorrido a 5 años, pero era obvio que era para prepararse y fortalecerse en caso de una guerra más potente. 

Violencia genera más violencia.

— ¿Y qué pasó con ese cabrón? 

— Sigue por ahí, dando lastima como siempre — añadió Alastor con una burla.

— ¿No lo mataron? — Ahora el tono de Adam era un poco más ofendido.

— Charlie no quería que lo hiciéramos, eso no lo exento de una paliza… sobre todo después de lo que le hizo a Ángel — dijo Husk con desprecio en su voz.

No hicieron falta más palabras para que se diera a entender que fue algo fuerte. Adam reflexiono un poco, se había perdido de varias cosas, los chismes suelen omitir información. Entonces por eso la reputación del hotel seguía siendo baja o casi nula, a parte del pésimo liderazgo de Charlie, un Overlord líder de culto lo terminó de empeorar.

— Bueno, no pensemos más en eso, es el ahora, eso fue hace años, y creo que al menos ahora cumples los requisitos, además estas a nada de ser reina, el pasado pisado — dijo Adam arrepintiéndose de que la pregunta casual escalara a esto.

El resto de la tarde transcurrió con naturalidad, hubo una noche de películas, donde no dejaron que Ángel eligiera el filme, por obvias razones.

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Antes de la coronación, Charlie tenía que dar una presentación pública ante los ángeles. Algo así como una prueba de lealtad, los ángeles querían estar seguros de que no los traicionaría en caso de problemas, además de ver que tan competente sería como reina, sin querer había logrado conseguir un maestro de liderazgo justo a tiempo, cada día más convencida de que los tiempos de Dios son perfectos.

Charlie estaba nerviosa, pero vería esto como una oportunidad, ir al cielo significa visitar a Pentius, los miembros del Hotel le dieron a Charlie un regalo de cada uno para que se los entregara a Pen ella misma, suponían que eso lo haría más valioso. 

Además vería a los ángeles de mayor rango y con ello podría ver si existe una forma de al menos ayudar a que Adam no muriera. Ella elegía tener esperanza por una vez.

— ¿QUÉ QUIERES QUE YO QUE? — preguntó exaltado el primer hombre ante la petición de Charlie de que la acompañara al cielo.

— Sí, descuida no te pueden expulsar mientras te lleve como mi invitado, ya recurrí a Emily y me dijo que ella me respalda — explicó Charlie con un brillo en sus ojos rojos.

— Charizard, no creo que sea buena idea… — Adam comenzó a jugar con sus índices, una clara señal de que estaba incómodo y nervioso. — No es que no aprecie la oferta pero…

Adam vio como la chispa de esperanza de Charlie flaqueaba un poco ante su negativa, y sinceramente quería que no siguiera insistiendo, pero algo en esa mirada lo hizo retroceder.

— Bien — suspiro. — Pero solo porque tu lo pediste, y no esperes que lo pase bien ahí con esos santurrones.

— Gracias — dijo Charlie con euforia y abrazándolo en el acto.

— ¿Van a ir los demás o solo yo estoy invitado? — preguntó con incertidumbre, la verdad esperaba que alguien más los acompañara, alguien con quien de preferencia se llevará bien.

— Bueno, al parecer dejarán entrar a mi papá (para esta ceremonia al menos), Vaggie también nos va a acompañar y creo que los demás no pueden acompañarnos por, ya sabes, pecadores.

Bueno algo era algo, al menos su amistad recuperada estaba ahí, con eso le bastaba.

Tras una semana de preparativos, se alistaron para ir al cielo, Charlie con una canasta llena de regalos para Pen; Lucifer con su mejor atuendo; Adam con su máscara infaltable y una sotana que le pidió a Luci que le hiciera a falta de poderes; y Vaggie con su presencia.

Llegar al cielo fue fácil, al parecer ya los esperaban, esta vez Pedro no fue un problema, Emily los saludo con emoción, apenas los vio. Sera se mantuvo  un poco al margen, con una sonrisa serena, pero con incertidumbre, y de vez en vez su mirada se desviaba hacia los ángeles caídos.

— Que bueno que puedan acompañarnos, este es un momento histórico, después de milenios el infierno cambiará de gobernante, no podía quedarme de brazos cruzados, tenía que hacer una fiesta… — vitoreo Emily con euforia. — Por cierto, hay alguien que quiere verte con muchas ansias.

Entre los presentes una serpiente se vislumbro, se arrastraba con velocidad, casi desesperado por apartar a la multitud. Charlie al notarlo corrió hacia él, Vaggie yendo detrás de ella, lo había extrañado.

— Pentius — gritaron ambas envolviendose en un abrazo.

— Charlie, Vaggatha, que gusto volver a verlas — dijo la serpiente redimida con una sonrisa y lágrimas en los ojos.

— Sigue sin ser mi nombre, pero si, también nos alegra verte nuevamente… — dijo Vaggie devolviendo la sonrisa.

Charlie entonces recordó la canasta de regalos y se la entregó a Pen. 

— Nuestros amigos prepararon esto para ti. Son regalos, para que nos recuerden siempre, y algunos como esperanza de devolución en caso de que se rediman.

— Lo agradezco profundamente.

El trío comenzó a ponerse al día, mientras tanto Adam y Lucifer se mantenían al margen, era difícil para ellos estar ahí, lo hacían por Charlie.

— Oigan, no se queden atrás — los llamo Emily.

Todo el grupo avanzó, sintiendo algunas de las miradas, casi todas hacia el hombre alto con máscara espeluznante y agrietada.

— ¿Tenias que traer tu máscara? — pregunto en un susurro Lucifer.

— Ni loco voy a dejar que me vean en un estado deplorable, y no puedo usar más magia si quiero llegar a finales de año — se justificó el hombre con los brazos cruzados.

— Lo entiendo, pero pudiste pedirme que te hiciera algo menos… ya sabes, amenazante.

— ¿Hay algún problema? — pregunto Sera al ver a los dos caídos cotilleando.

Ambos soltaron un grito al verse sorprendidos, Lucifer nervioso comenzó a sudar frío evitando la mirada de la matriarca, Adam por otro lado habló como si no le importará que el ser que lo despidió y prácticamente lo condenó a morir, se preocupara por él.

— No, Luci y yo solo hablábamos de nuestras cuestionables elecciones de outfits, ¿Quieres unirte? 

Sera aparto la mirada, sabía que Adam estaba siendo apático hacia ella, era evidente.

— Está bien, solo. Por favor, no causen problemas.

Adam realmente sabía que 4 años no serían suficientes para superar algunas cosas, es decir, reflexiono por años para descubrir que lo que le había pasado lo tenía realmente merecido. Fue un verdadero cabrón y está consciente de ello, no va a hacerse la víctima, lo sabe. Pero en ese tiempo también reflexiono que parte de la culpa era de Sera, ella dio la orden, si bien los exterminios eran su idea, ella podía discernir y con ello no pasaba nada, pero ella solo avivó más el fuego de la violencia, le dio lo que queria, mas nunca lo que necesitaba. Si odiaba a Lucifer por arruinar su vida, desprecia a Sera por no guiarlo de manera adecuada cuando aún había tiempo, pero tampoco podía odiarla realmente, aun buscaba esa aprobación que los niños buscan de su madre.

— Te pusiste muy serio ¿Estás bien? — preguntó Lucifer después de un rato.

— Si, no te preocupes… 

— Volviendo a la máscara…

Ambos siguieron charlando mientras seguían a Charlie y compañía, Adam sentía que se arrepentía de haber cedido, cada esquina. cada local, cada parte, había recordado porque amaba y al mismo tiempo odiaba este lugar.

— Si que ha cambiado desde la última vez que lo visite directamente…

— Si, se llenó un poco más de gente… es casi lo mismo que el infierno, solo que aquí no hay muchas peleas y esas cosas.

— Por como te expresas no parece que lo extrañes.

— Porque no lo hago, a quien extraño no está aquí, los demás me odian o me tienen cero aprecio, no tengo amigos y mi familia está separada — Adam suspiró con cansancio.

— Lo siento mucho — dijo Lucifer con un toque de compasión.

— No lo hagas, yo me lo busque.

— ¿Y vas a ir a la ceremonia que planearon aquí? Emi dijo que reservaron un estanque de patos para mi ¿Puedes creerlo?

Adam sonrió, Lucifer realmente era un suspiro al lado de la opresión que sentía al estar ahí, pero él tenía otros planes, realmente quería ir por algunas de sus cosas a su antigua oficina. Tenía planeado dejarselas a sus hijos y algunas a sus amigos del hotel, no quería que algo que fue valioso para él terminara en el olvido, quería al menos pensar que con un objeto lo recordarán, y esperaba que eso les demostrará que realmente los quiso.

— Quería hacer unas cosas antes de que se me prohiba la entrada nuevamente, ya sabes.

— Sabes que puedo ayudarte si me necesitas ¿verdad? — Lucifer se detuvo y volvió una mirada preocupada hacia su amigo.

— Lo sé… —Adam apartó la vista con fastidio, pero también agradecido.

— Vamos, te ayudo con esos mandados, tenemos tiempo, la ceremonia es hasta mañana. Además, sé que odias estar solo.

Ambos hombres se separaron del grupo, enfocados en el plan de Adam. 

Por su lado Charlie y compañía habían llegado hasta donde se hospedarian, y después de pláticas amenas entre amigos, llegó el tema que habían evitado, el elefante en la habitación.

— ¿Entonces el ex líder exorcista ha estado con ustedes todos estos años? — preguntó genuinamente Pentius.

— ¿Adam? Oh no, se unió al hotel hace algunos meses, ha estado ayudándome a ser una líder un poco más competente — explicó Charlie

— ¿Espera? ¿Entonces no está para tratar de redimirse? — preguntó ahora Sera algo confundida.

— Oh no, él no cree en la redención para los que no se quieren redimir, y él se mete dentro de ese concepto…

— Es una lástima, pensé que estaba en el programa, no quería decirlo frente a él, pero se ve muy cambiado — agregó con un susurro Emily.

— ¿No les ha tratado de hacer daño? — dijo Pentius preocupado.

— Sospechamos por un momento que si, pero al final fue un malentendido, resulta que le gustaban las malteadas de fresas de un bar Imp e iba cada cierto tiempo a probarlas durante 2 años, después le pedí que me ayudara y aquí estamos.

— ¿Y por qué no lo vi la última vez que bajé? — cuestiono pensativa la joven serafín, colocando una mano en su barbilla.

— Bueno, él decidió esa vez ir con Roger y no dio explicaciones, al final se nos pasó mencionarlo… Pero ya lleva al menos 5 meses con nosotros.

Sera guardo silencio pensativa, cuando Charlie la volteo a ver, quiso sacar al fin la conversación que había guardado desde que se enteró del destino de su amigo.

— Disculpe, señora Sera, quería hablar con usted, no sé si este sea el momento adecuado. 

— ¿Cual es tu duda princesa? — preguntó el Serafin mayor.

— Es sobre Adam y los ángeles caídos en general — Sera abrió ligeramente los ojos con sorpresa, incluso Emily se sorprendió. —Cuando un ángel cae ¿Cuál es su destino? 

Charlie y Emily dirigieron su mirada a Sera, con total atencion. Sera meditó sus palabras, pero no tardó mucho en responder, para ella la respuesta era sencilla.

— Cuando un ángel cae, queda condenado a rondar el infierno o la Tierra dependiendo de la naturaleza de su alma, pierde parte de su poder y se le asigna un castigo eterno, pierde la gracia del señor y vive así por la eternidad, con la vergüenza de haber pecado. Espero haber resuelto tu duda, princesa.

Charlie medito las palabras de Sera con cuidado, tenía sentido en gran medida, por lo que su padre le había confiado, él estaba condenado a estar en el infierno a ver lo peor de la humanidad como castigo y recordatorio de las consecuencias de sus actos, pero ¿Cuál era el castigo de Adam?

— Tiene sentido — dijo de repente Vaggie, en tono reflexivo.

— ¿Qué tiene sentido? — preguntó Emily más confundida que nunca.

— ¿Qué descubriste Vaggie? — preguntó Charlie aun sin conectar los puntos.

— El castigo de Adam, él mató a muchas almas, pecadoras o no, no quita que fue un asesino, además de hacer sufrir a muchas personas y aprovecharse de los vulnerables.

Charlie finalmente comprendió — Oh, y ahora que fue expulsado su castigo es morir lentamente, volverse lo que más temía, alguien vulnerable.

— Y al ser creado de la gracia de Dios y perderla al caer. Retoma el castigo del fruto.

— Vuelve al polvo, de lo que fue creado… 

— ¿Adam está muriendo? — Exclamó horrorizada Emily al enterarse de dicha noticia.

Charlie se encogió ante las Serafines que la observaban sorprendidas, Sera se mostraba consternada, al parecer no sabía que ese sería el resultado de la expulsión de Adam.

Vaggie colocó una mano sobre el hombro de Charlie, pidiendo sin necesidad de palabras, explicar la situación de Adam. Charlie asintió y ella comenzó.

— Verá, su alteza, Adam se ha estado desvaneciendo, cuando llegó al hotel, pensábamos que estaba bien, pero con las semanas fue perdiendo energía, actualmente se le dificulta mantenerse despierto por largos periodos de tiempo, no logra mantenerse en pie más de cierto tiempo y tiende a desmayarse si se sobreesfuerza. 

Sera escucho atentamente, pero cada descripción solo hacia que le doliera mas el pecho, si bien había tenido sus opiniones y diferencias con Adam, no le desearía el mal, era como su hijo, un hijo malcriado, pero su hijo al fin y al cabo. 

Emily por su parte, no dejaba de pensar en lo horrible que se habría de sentir Adam, cada descripción bastaba para que las lagrimas se acumularan, para ella Adam era como una estrella, demasiado brillante, imposible de ignorar, pero bella al final de cuentas, tenía esa chispa y escuchar esa descripción era como un preludio, tenía que prepararse para ver a esa estrella que se iba a apagar en algún momento.

— Esperabamos que usted tuviera una respuesta o algo que nos ayude a salvarlo. Él no lo sabe, ya está resignado a que morirá y convencido de que se lo merece — dijo Charlie como una súplica.

Sera se lamentó profundamente, ella no podía hacer nada ante esto, esa decisión había sido tomada por los sabios, y ella sola no tenía autoridad.

— Lo lamento, no puedo hacer nada.

— ¿En serio no podemos ayudar? — preguntó Emily igual de suplicante.

— La decisión fue tomada en conjunto Emily, no es algo que me corresponde solo a mí…

Emily iba a replicar cuando de la nada Lucifer llegó, guiando y dando apoyo a un Adam que lloraba a cantaros, ambos cargando unas bolsas.

— Ya amigo, está bien, solo son unos vinilos — trató de consolar el diablo — Y una guitarra.

Eso último hizo que Adam llorara aún más. Era irónico, había pasado calvarios, se había resignado a la muerte, peleado con pecadores y seres que lo despreciaban, le habían insultado de mil manera y nunca derramó ni una lágrima, pero algo como eso lo hizo derrumbarse.

— ¿Qué pasó? — preguntó Charlie, acercándose a ambos, y tratando de consolar a Adam que seguía llorando.

— Bueno, Adam quería pasar por algunas de sus cosas para regalarselas a sus hijos y amigos, así que fuimos a esa oficina suya y estaba un poquito… Destruida — explicó Lucifer, susurrando la última parte para evitar que Adam volviera a llorar más fuerte, pero fracasando en el intento.

Adam sacó de las bolsas varios fragmentos, aun llorando, se los entregó a Charlie — Ten… estas… estas… son mis … mis… — Adam no pudo terminar la frase ya que solo ver los fragmentos lo derrumbó más. Esto no era de Dios.

— Ay Adam — Charlie sintió lástima por el hombre y lo abrazó seguida por Emily. 

Sera, Pentius y Vaggie se mantuvieron al margen, decidiendo mejor guardar silencio.

Finalmente después de un largo rato, Adam logró tranquilizarse, las bolsas a un lado y Adam sin su casco ¿Cuando se lo quito? con los ojos hinchados y casi derrotado. Era difícil verlo así, no esperaron que se derrumbara con algo tan simple como unos objetos, pero como Lucifer decía, “No eran los objetos, era el significado que tenían”, como él con sus patitos de goma.

— ¿Quién carajos haría eso? Es decir, se que fui un cabrón, pero tantito respeto… ¿Qué tan poco me apreciaban aquí? — dijo abatido, cansado emocionalmente, sabe Dios cuanto tiempo de llanto reprimido había acumulado y soltado por una tontería.

Emily no quiso comentar que, de hecho, Lute había destrozado todo lo de esa oficina en un arranque de furia hace años, y que nadie se tomó la molestia de ordenar, en parte se sentía culpable por no haber hecho algo al respecto, al menos después de la muerte de Lute.

Al final Emily ayudó a reparar algunos de los discos que lograron recuperar, además de la guitarra destrozada, guitarra que Adam quería regalarle como regalo de reconciliación a su hijo Abel y entregárselo directamente.

Llegó el día de la ceremonia, los ángeles atareados, Charlie nerviosa, Lucifer y Vaggie igual, y Adam, un poco mejor a comparación de la noche anterior. Emily se había ofrecido a ayudarlo a entregar los objetos a sus hijos del cielo.

— No quisiera arruinar tu día — dijo Adam con una sonrisa.

— No lo harás. Al final es lo menos que puedo hacer por ti — dijo Emily con una sonrisa.

— Odio la compasión…

— No es compasión, es ayudar a un amigo.

Ambos se aventuraron en la búsqueda de hijos y conocidos, algunos se mostraron distantes pero agradecidos, otros más incómodos y algunos molestos pero nostálgicos, así fue hasta que le tocó ir con sus exorcistas y su hijo Abel.

El campo seguía igual que siempre, filas de soldados peleando, entrenando y preparándose, y al frente, ¿Michael? ¿Dónde estaba Abel?

— ¿Dónde está mi hijo? — le preguntó a Emily con curiosidad.

— Bueno, veras, Abel no estaba muy dispuesto a pelear y Michael se ofreció a entrenarle, así que habría que preguntarle a él directamente, descuida, no te hará nada si yo te respaldo. 

Emily voló hasta donde estaba Michael, desde lejos Adam no pudo entender lo que decían, manteniéndose alejado, pero viendo a sus exorcistas, como extrañaba a esas perras locas. Sin prestar atención, no noto que una lo había visto y avisó a las demás, y con ella, todas sin dudarlo se dirigieron a su antiguo comandante.

— SEÑOR — se escuchó el grito de emoción de todas.

— CHICAS — devolvió el grito el hombre, que fue derribado por una turba de mujeres rudas que al parecer lo habían extrañado.

— Vaya que es una escena conmovedora — dijo la voz de cierto arcangel.

— Michael, em… Tiempo sin vernos ¿Eh? — Adam trató de no mostrarse incómodo ante la mirada crítica del arcángel.

Michael sonrió con algo de cariño y resignación. — Muy bien chicas, pueden descansar, al parecer necesitan tiempo para ponerse al corriente con su antiguo general… Ya traigo a Abel — y con eso Michael se alejó volando.

— Es bueno saber que al menos aun le sigo cayendo bien — dijo el hombre redirigiendo su atención a sus chicas — ¿Y bien? ¿Cómo les ha ido estos años?

Las exorcistas y Adam comenzaron a charlar por un rato de varias cosas, Roxxie había cortado con su novio, Sophie de alguna manera había chocado accidentalmente un coche ¿Como? Ni idea, preguntenle a Sophie. Phoenix estaba depresiva ya que se había metido en una dieta pero no había funcionado. Vaya, todas habían hecho su vida fuera de Adam y eso hizo que fuera feliz.

— Que bueno que siguieron adelante… Ramms ¿Te dejaste crecer el cabello? 

— Si, al principio no me convencía porque sería difícil en batalla, pero el señor Abel me convenció y el señor Michael nos enseñó a pelear con cabello largo.

— Te queda bien… 

Tras un rato de más charlas, Abel hizo acto de presencia, se veía muy inseguro de querer hablar con su padre, y casi tuvo que ser empujado por Emily para decir aunque fuera una palabra.

— Hey, Pa’ — dijo con una sonrisa incómoda y tensa, levantando su mano a señal de saludo.

— Hijo… 

Adam finalmente se puso de pie y observó a su hijo, aun sin estar convencidos de quién daría el primer paso. Un silencio incómodo que caló en los huesos inundó todo el campo de entrenamiento.

— Bueno, que bueno ver que estas bien, han sido 4 años largos… — trató de comenzar Abel.

— Si… — Adam guardó silencio, no sabia que decir, pero era ahora o nunca, prefería mejor las acciones a las  palabras, así que mejor saco su guitarra y se la entregó directamente. — Ten.

Esto dejó desconcertado a Abel, quien apenas extendió las manos con duda, esperando que fuera una broma de su padre, no sería la primera vez.

— ¿Me… ¿Me estás dando tu guitarra? — Adam asintió — ¿Por qué?

Adam suspiró, no quería explicar, pero era lo menos que merecía su hijo, después de milenios de haberlo despreciado e ignorado.

— Mira, se que no fui el mejor padre, para ustedes también — dijo dirigiéndose a sus exorcistas. — Cometí errores, como cualquier humano, pero no es justificación… y esta es mi manera de pedir perdón, si bien sigo creyendo que eres un blando —  soltó una risa cariñosa. — Debo decir que estoy orgulloso de ti.

Los ojos de Abel brillaron con lágrimas contenidas. Durante milenios soñó con ese momento, no quería que su padre se arrodillara y le pidiera perdón, eso era demasiado, pero escuchar a su padre decir que estaba orgulloso de él. Solo en sueños que creyó que nunca se harían realidad.

— Y va tambien para ustedes, les quiero agradecer por soportar a un idiota como yo… en verdad, no las merezco… 

Las exorcistas guardaron silencio, igual de sorprendidas que Abel, si bien ellas no tenían opiniones negativas de su ex comandante, aun así agradecieron sus disculpas y sus agradecimientos.

Abel tomó la guitarra con cuidado, aun inseguro y aun mas nervioso. No quería usurpar más cosas de su padre. No desde que Lute le quiso quebrar la cabeza con dicha guitarra.

— La estas sosteniendo con mucho miedo, suéltate, de todos modos si la quebras le puedes decir a Em que la repare. Pero de preferencia no la quiebres, aun me duele haberla visto hecha pedazos — agregó Adam volviendo a su actitud habitual.

Abel sonrió y sostuvo mejor la guitarra, y con ello el momento se extendió, era lo que necesitaba, un dejo de la confianza de su padre. De alguna manera siempre hacía ver todo más fácil.

Tras una mañana que pasó a tarde rápidamente, llegaba el momento de la ceremonia y celebración, Charlie al parecer ya había dado ese discurso o cosa de princesa. Si bien Adam no estuvo para presenciarlo, Emily había dicho que lo notificaría, y él esperaba que la princesa lo comprendiera. 

Y Charlie lo comprendió, al final de cuentas era su viejo hogar y parte de su familia estaba allí. Adam estaba en su derecho de reconciliarse con su familia y amigos, comprendió que era la manera de Adam de despedirse.

Ya cerca del anochecer Adam se preparó para al menos estar en la fiesta de celebración,  habían preparado algunas cosas, ponche de frutas, snacks, un karaoke, una disco y malteadas de fresa.

—¿Un karaoke? ¿En serio? —Adam miró el escenario con una ceja levantada.

—Te reto… un dúo tú y yo — dijo Charlie animada.

—Trato — respondió él casi al instante, nunca rechazaría un reto o una oportunidad de cantar.

“This is the Greatest Show” resonó en el salón. Emily reía entre el público, Lucifer vitoreaba apoyando a su hija y por un momento Adam olvidó la sensación de que todo se estaba acabando.